Cepal: tétrico panorama // ¿Nueva década perdida? // Buitres cerca del infarto
ada grata la conclusión, aunque basada en la realidad: América Latina y el Caribe transita por una nueva década perdida
, con efectos mucho más severos que los registrados en los años 80 del siglo pasado, cuando las políticas neoliberales infestaron a la región. A tal grado ha empeorado el panorama, que en el periodo 2014-2023 la actividad productiva habrá avanzado menos de la mitad que durante el periodo de continuas crisis de deuda
.
Ayer, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) divulgó su sexto Informe sobre el progreso y los desafíos regionales de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible en la región, en el que subraya que después de la crisis latinoamericana de la deuda de comienzos de la década de 1980 y de la llamada década perdida, que se prolongó hasta 1989, no logró retomar la dinámica de crecimiento que exhibía en las décadas anteriores: mientras que las tasas de crecimiento entre 1950 y 1980 fueron en promedio de alrededor de 5 por ciento, o incluso 6, en las décadas de 1990 y 2000 se redujeron a casi la mitad y en la década de 2010 a poco más de la tercera parte
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Del citado informe se toman los siguientes pasajes. Va, pues. La cascada de choques que ha afectado a Latinoamérica han creado una verdadera crisis del desarrollo en la región. En 2023 se espera un crecimiento económico de solo 1.2 por ciento. Sin embargo, los retos del desarrollo son de más larga data: en el presente año se completa un período de 10 años en los que el crecimiento promedio de la región habrá sido de sólo 0.8 por ciento, menos que el 2 por ciento que caracterizó a la década perdida de los años 80.
No sólo la desaceleración económica y los choques recientes, sino también el bajo crecimiento de la década 2014-2023 han tenido efectos acumulativos negativos para el logro de muchos de los objetivos de desarrollo sostenible (ODS), lo que incide en la trayectoria de muchas metas y pone en riesgo su cumplimiento hacia 2030. La Cepal estima que sólo 25 por ciento de las metas sobre las que se cuenta con información muestran un comportamiento que permite prever su cumplimiento en 2030. En cambio, se estima que 48 por ciento de ellas muestra una tendencia correcta, pero insuficiente para alcanzar la meta respectiva y el restante 27 por ciento exhibe una tendencia de retroceso.
Una excepción a la trayectoria de bajo crecimiento que se produjo desde la década de 1990 tuvo lugar durante el llamado superciclo de las materias primas –entre 2003 y 2011–, cuando la región creció casi 5 por ciento anual en promedio. Sin embargo, a partir de su fin hubo un periodo de desaceleración, con tasas cada vez menores de crecimiento. A esto se agregó en 2020 la crisis ocasionada por la pandemia, que produjo la peor contracción anual en los últimos 100 años (-6.8 por ciento), dejando secuelas profundas que revirtieron avances en objetivos sociales claves, como los referentes al empleo, pobreza y desigualdad a causa de la destrucción de capacidades productivas y humanas que afectaron en mayor proporción a las mujeres, reforzando las desigualdades de género y que exacerbaron, además, los problemas estructurales de larga data de la región.
Durante 2021 y 2022 se sumaron desafíos a causa de las fuertes presiones inflacionarias, los altos niveles de deuda soberana que dejó la crisis y, más recientemente, el conflicto en Ucrania y sus efectos. Dichas crisis en cascada han afectado con diversa intensidad y variadas características a todos los países de América Latina. En consecuencia, después del fuerte rebote que presentó el crecimiento en 2021 (6.7 por ciento) y de una expansión estimada en 3.8 por ciento en 2022, la Cepal estima que la región se encaminaría nuevamente a la senda de bajo dinamismo que se observaba antes de la pandemia, con un avance que sería de sólo 1.2 por ciento en 2023.
Terrible balance y perspectiva para una región extremadamente rica, pero que al mismo tiempo es catalogada como la más desigual del planeta. Es el resultado de casi cuatro décadas de neoliberalismo que arrasó a los pueblos latinoamericanos.
Las rebanadas del pastel
Quienes realmente deben estar infartados son los buitres: reapareció el presidente López Obrador. En un videomensaje (de 18 minutos) a los mexicanos dice estar bien y de buenas
… El que está a punto de desaparecer del mapa es Jorge Romero, coordinador panista en San Lázaro, otro involucrado en los sucios negocios del cártel inmobiliario de la alcaldía Benito Juárez.
Twitter: @cafevega