La injusta realidad de las mujeres // Estudian y trabajan más, pero obtienen menos ingresos
hora sí: ¡Fuera preámbulos! De no hacerlo, nuestros datos, cifras, estadísticas, las conoceremos y discutiremos en las próximas navidades. Sigamos asombrándonos con las realidades de la mitad de la humanidad (nuestras madres, abuelitas, hermanas, hijas, compañeras que son o fueron de sexo femenino, cualquiera que sea ahora la nomenclatura que las contenga, y que, tal vez por tenerlas enfrente, prefiramos darles la espalda). Siendo un tantito más de la mitad de la humanidad, sus problemas básicos no son los mismos, aunque lo que sí comparten son los orígenes y causas de esa problemática.
Ingeniero Rivadeneira: Su comunicación la recibí hasta el sábado llamado de Gloria
. Toda la información de la presente columneta estaba ya recabada. No tome la publicación como un retobo, ya verá que coincidimos en muchos de los puntos de vista que usted expone.
Las mujeres estudian y trabajan más, pero… De la redacción de este diario, tomo la siguiente información: el Instituto Nacional para la Educación de los Adultos, conocido como INEA, atiende a 373 mil 636 mujeres mayores de 15 años que desean (necesitan, anhelan) acceder a la educación básica: 61 mil 113 están apenas aprendiendo a leer y escribir, 201 mil 439 estudian la secundaria y 111 mil 84 la primaria. Hay un dato que llamó mucho mi atención: el estado con mayor rezago educativo es Chiapas y, a la vez, de todas las entidades que sufren este agravio social, es precisamente esta entidad la que más empeño pone en superarlo. El mayor número de mujeres de 15 años o más que habitan en las entidades de Veracruz, estado de México, Guerrero y Puebla que están aprendiendo a leer y escribir, el que está empeñado en terminar su educación básica, el que, pese a esfuerzos y sacrificios inauditos, está ya inscrito en el nivel básico de la enseñanza media, es precisamente Chiapas.
UNESCO: las mujeres triplicaron su grado académico, pero… Aunque 53 por ciento obtienen licenciatura o maestría, sólo 43 por ciento obtienen acceso a un puesto docente.
Laura Poy Solano nos brinda esta tan inexplicable como injusta información: la Unesco da a conocer que además de las múltiples dificultades que enfrentan las solicitantes de ingreso a ciertas carreras como ingeniería, matemáticas, ciencias y tecnologías de avanzada, las femeninas son minoritariamente aceptadas. Algunos otros números nos dan mayores luces al respecto, por ejemplo: Sólo 18 por ciento de las universidades en América Latina y el Caribe tienen en la dirección de sus instituciones a una mujer, y la absurda desproporción se extiende a otros campos: en el área de investigación, las tareas las realizan 30 por ciento de mujeres frente a 70 por ciento de hombres y, en cuanto a la publicación de textos científicos, la brecha de género continúa: 62 por ciento corresponden a varones y apenas 32 por ciento llevan firma femenina.
Las mujeres representan 41 por ciento de la población económicamente activa (PEA), pero... también 61 por ciento del desempleo. A Carolina Gómez Mena debemos una serie de datos obtenidos del Observatorio del Trabajo Digno y Acción Ciudadana Frente a la Pobreza, quienes analizan las cifras del ENOE, publicadas el pasado febrero, en las cuales se asienta que el desempleo afecta principalmente a las mujeres: 4 millones 434 mil, sin trabajo alguno
. Y, si se quiere la cereza de este pastel de desigualdad y clasismo, vayan otros datos, no fuertes sino rudos, inhumanos. En otra nota, Gómez Mena agrega: De mujeres con empleo en México, 10 por ciento son trabajadoras domésticas, pero… se trata de una ocupación precaria, sin contrato ni seguridad social y con ingresos mínimos. Esta situación es tan lamentable, señaló Mónica Riojas, que aquello que brindan a otros no pueden darlo a sus propios hijos. En el país, sigue diciendo Carolina, se calcula que hay 2.3 millones de empleados domésticos, de las cuales nueve de cada 10 son mujeres y sólo 40 por ciento perciben apenas un salario mínimo.
Ya encarrerado, me falta mucho qué decir. Denme chance una semana y nuevos datos serán la forma de decirles: gracias por seguir una columneta que, la mayor parte, la dedica a apropiarse de notas que no le pertenecen.