Política
Ver día anteriorLunes 3 de abril de 2023Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
Su ausencia deja a la deriva la lucha por el poder en la universidad
Foto
▲ Raúl Padilla, durante la FIL de Guadalajara en 2018.Foto Arturo Campos Cedillo
Corresponsal
Periódico La Jornada
Lunes 3 de abril de 2023, p. 3

Guadalajara, Jal., Personaje de fuertes contrastes, sin medias tintas, Raúl Padilla López deja un singular legado que va del blanco al negro con sólo dar vuelta a cualquier hoja de su largo historial.

También deja unos zapatos que, para bien o para mal, será muy difícil llenar, porque no tuvo un heredero visible que pueda imponerse en la lucha por el poder que se anticipa en la Universidad de Guadalajara (UdeG), luego de más de 30 años bajo el férreo control de El Licenciado, como lo llamaban sus allegados.

Fue un promotor cultural que logró consolidar lo que hoy es la feria del libro más importante de habla hispana y el modernizador de la UdeG, a la que convirtió en una entidad descentralizada, con sedes en la mayoría de los 125 municipios de la entidad.

Merecedor de condecoraciones de gobiernos como el español y el francés, fue el líder moral de un grupo político que desde 1989 se cimentó, primero en la casa de estudios, y luego se extendió a los rincones políticos del estado, con cargos públicos para sus integrantes más fieles.

Dominio de décadas

Este 2023 el cacicazgo político de Padilla en la UdeG cumpliría 34 años, pero la historia del personaje público comenzó mucho antes, en el primer lustro de la década de los 70, cuando se inició como dirigente estudiantil, en la Facultad de Filosofía y Letras, donde estudió historia.

Nacido en Guadalajara el 3 de mayo de 1954, de joven se declaraba marxista-leninista, pero cambiaba de bandera ideológica conforme escalaba los peldaños del poder. En 2018 fue invitado al equipo de la candidatura presidencial del panista Ricardo Anaya.

Presenciar en 1972 el suicidio de su padre Raúl Padilla Gutiérrez, influyente político militante del PRI en Jalisco, además de marcarle la vida hizo que la Dirección Federal de Seguridad (DFS), la policía política de la época, abriera un expediente y comenzara a seguirle los pasos.

Al desaparecer la DFS en 1985, el expediente sobre Padilla sumaba 373 hojas y registraba sus vínculos con hechos violentos, como el trasiego de armas para militantes de la Federación de Estudiantes de Guadalajara (FEG).

Como presidente de la FEG estuvo siempre rodeado de gatilleros que también se decían estudiantes, en una época que se conoció como la del pistolerismo ilustrado, en la cual, impulsados por Padilla, funcionarios universitarios escalaron hasta alcanzar puestos oficiales de primer nivel.

En octubre de 2009 su chofer, Andrés González Negrete, fue atacado a balazos en un atentado al que logró sobrevivir, pese a recibir un tiro en la cabeza. Apenas un mes después, en noviembre, fue asesinado el secretario particular de Padilla, Fernando González Sandoval.

La entonces Procuraduría estatal informó que los autores materiales de ambos ataques fueron José Richard y Gustavo Mancilla Valdez, hermanos que eran guardaespaldas de Padilla y quienes, tras ser detenidos, declararon que fueron chivos expiatorios.

Tuvo varios padrinos políticos, pero el más importante fue Carlos Salinas de Gortari, quien desde su campaña electoral impulsó a Padilla, según coinciden contemporáneos del ex rector, para abanderar la modernización universitaria y para lanzar la feria del libro al estrellato internacional.

Su omnipresencia en la UdeG lo llevó a presidir numerosas instancias, como el equipo de futbol Leones Negros, el consorcio de empresas universitarias, que incluye hoteles y agencias de viajes, además de numerosos proyectos culturales.