El presidente Andrés Manuel López Obrador destacó nuevamente la participación de la novena mexicana en el Clásico Mundial, porque estuvimos tocando el cielo, pero así es el beisbol e hicieron una labor destacadísima.

Tuvo especial consideración para Randy Arozarena, el cubano nacionalizado mexicano. Un fenómeno: batea, fildea, corre bien las bases y tiene pimienta; es, además, humilde, no es arrogante, atiende a la gente, se la pasaba dando autógrafos. Una muy buena persona, demostró ser un caballero. Y todos los del equipo, todos jugaron muy bien.

Aunque Japón dio la vuelta para ganar 6-5 y conseguir su boleto a la final en el Clásico Mundial, la sensación es de orgullo.

Creo que ellos no son conscientes de lo que hicieron por México, por los niños y niñas de nuestro país, admitió el mánager Benjamín Gil. Estas dos semanas van a atraer a muchos jugadores jovencitos tanto en México como en el extranjero. Por ese motivo siento que fue una victoria.

Cambio radical

El mánager manifestó que en México habrá un cambio radical después de la actuación histórica del representativo nacional. Llegamos más lejos de lo que la mayoría pensaba, esto nos hará crecer.

Por su parte, Arozarena, quien maravilló con su bate, guante y su personalidad, confesó que se va alegre por todo el apoyo que sentí del público, viví una experiencia muy bonita.

Sobre su continuidad con la novena tricolor, indicó que él estará disponible cuando así lo requieran. Ya di el paso al frente para que cualquier equipo de la selección mexicana me invite y seguir ayudando, apoyando, en el siguiente Clásico o como sea, en cualquier justa internacional que tenga el país ahí voy a estar.

Randy tuvo un promedio de bateo de .450, con seis dobles, un jonrón y nueve remolcadas. En la semifinal, además saltó la barda de 2.5 metros en el jardín izquierdo para robarle un jonrón a Kazuma Okamoto y preservar la ventaja de tres carreras.

El pelotero de 28 años dejó a Cuba para irse a México tras la temporada 2015 y brevemente jugó con los Toros de Tijuana antes de que lo firmaran los Cardenales de San Luis. Tras la campaña 2019 lo enviaron a los Rays y el año pasado se naturalizó mexicano.