Tienen menor acceso a diagnóstico y atención oportuna
Domingo 19 de marzo de 2023, p. 14
Las enfermedades no transmisibles como diabetes, cánceres y padecimientos cardiovasculares afectan de manera diferenciada la vida y el bienestar de hombres y mujeres en México, con mayores complicaciones para estas últimas, señaló el doctor Edson Serván-Mori, experto del Centro de Investigaciones en Sistemas de Salud del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP).
En el contexto de la presentación del estudio Impactos sanitarios y económicos de las enfermedades no transmisibles en mujeres en México, el investigador expuso que “aspectos culturales, dinámicas al interior de los hogares y asimetrías de poder son elementos que marcan profundamente el acceso a atención oportuna y sus diagnósticos.
Existen diferentes barreras que aquejan mucho más a las mujeres que a los hombres para poder, por ejemplo, ausentarse de los trabajos, adecuar la dieta al interior de los hogares y cubrir o satisfacer las necesidades de medicamentos. Algo que ratificamos en el estudio es que hay una perspectiva de sacrificio por parte de las mujeres cuando se requiere adquirir medicamentos. No es lo mismo que el enfermo sea la mujer a que sea el hombre
.
En cierta forma, admitió, ellas se postergan
en estas situaciones y eso redunda en que su condición de salud no mejore y avance o empeore y remarcó que otro de los problemas que está cobrando importancia tras el covid-19 son los padecimientos mentales, que también son diferenciados según el género y está afectando más a las mujeres
.
El economista refirió que algo relevante en el estudio es la carga diferenciada de las enfermedades; que tienen su expresión en el mayor riesgo de ruina económica. En los hogares encabezados por mujeres se interseccionan diferentes vulnerabilidades
, que los hacen más susceptibles a experimentar serias dificultades económicas ante un padecimiento de importancia.
Ese tipo de hogares “son unipersonales o extendidos, tienen menor capacidad de compra y mayor presencia de grupos vulnerables al interior, como niños pequeños y personas adultas mayores, y presentan una mayor dependencia de programas sociales.
Este cúmulo de múltiples vulnerabilidades ocasiona que frente a un problema de salud importante el riesgo de ruina económica sea mucho mayor.
El análisis expone que “se requieren acciones que fortalezcan la protección social en salud con perspectiva de género; políticas que consideren la intersección de vulnerabilidades sociales y se adapten a realidades y roles de género, lo cual contribuirá a reducir desigualdades y a corregir asimetrías de poder que fundamentan las disparidades de género.