La artista española presentó el performance Doblez en el Museo del Chopo
Domingo 19 de marzo de 2023, p. 2
Un ejercicio bailado, minucioso, reflexivo se desarrolló a través del cuerpo de la artista española Sabela Mendoza, quien sobre hojas de papel se deslizó, avanzó, pero evitó –en la medida de lo posible– romper el delicado manila que se corrugó, generó sonidos y adoptó diversas formas en el piso.
El tacto, las torsiones y la rugosidad del papel fueron parte del performance Doblez, que la creadora presentó el viernes y el sábado en el Museo Universitario del Chopo. Ahí se escuchó la pieza Kailasha, de Éliane Radigue, con la cual se entrelazaron la cadencia que guía al cuerpo hacia su relación con los objetos y el ligero ruido generado al manipular las hojas de papel. Como resultado se creó una inusual melodía sonora y corporal.
Mendoza, a modo de solo de danza, en el que un cuerpo se desliza, avanza y se pliega, hizo un recorrido sobre las hojas de papel que, con sus dobleces (formas y sonidos), determinaron una tensión y una calidad específicas en el movimiento, próximas al cuidado, la atención y al detalle espontáneo.
En realidad, Doblez es un performance sobre el plegado, sobre el gesto de guardar, de atesorar, de envolver, que se gestó en 2021, cuando Mendoza comenzó un proyecto que integraba trabajo con objetos, cuerpo y movimiento alrededor de la idea de repliegue y de un material usado habitualmente como envoltorio: papel manila.
Relación objeto-cuerpo
En el Espacio Underground del recinto universitario se marcó el recorrido de la bailarina con hojas de papel blanco. Ahí, con el sonido ininterrumpido y bucles, comenzó su movimiento corporal: piernas, brazos, torso y rostro comunicaron diversas fases del performance, mientras la artista colocó sobre el piso varios objetos, desde un libro –que quedó al centro– hasta una manzana, un frasco, un termo, unas blusas y un carrete con listón, entre otros. Todos ellos fueron envueltos en papel manila beige, pero con diversos movimientos corporales e intenciones.
Así, en cerca de 50 minutos, concretó su investigación sobre la relación entre objetos y cuerpo, con especial atención en cómo el gesto del doblez y las envolturas que éste provoca hace que las relaciones cambien. Se planteó: cuando la utilidad de un objeto desaparece, ¿qué sucede al observar nuestras cosas? Cuando existe un recubrimiento común, ¿cómo nos relacionamos con la diferencia que esconde?
Mi entrenamiento fue tratar de moverme de manera fluida sin romper el papel, pero sacando sus formas y su ruido, porque es muy hermoso, explicó Mendoza en entrevista.Foto José Antonio López
En su reflexión, pensó en su cuerpo, en la piel que es recubrimiento, en sus dobleces naturales y en el entrenamiento de la danza que permite al individuo plegarse de diversos modos. De igual manera, en la inspiración que los objetos, cuando son intervenidos, pueden llevar al cuerpo y a la memoria, y viceversa.
Es inevitable no seguir la sonoridad ininterrumpida. “La música de Radigue, una de las pioneras de la electrónica, me fascinó desde que la descubrí hace más de un año, porque su obra de alguna manera estira; en este caso Kailasha entra en algunos bucles sonoros que duran bastante tiempo y tienen ligerísimas diferencias, pero poco a poco avanza, y para este trabajo me gusta esa cuestión de insistir, de reiterar. Esta transición musical me interesó, además de admirar a esta compositora”, comentó Sabela Mendoza a La Jornada.
Sobre Doblez, la artista detalló: Me interesó trabajar con objetos haciendo algo tan directo y claro como es envolver, pero trasladándolo al cuerpo; también atendiendo los materiales que usamos para recubrir con el papel manila; quise llevar el tacto, torsiones y rugosidades del papel a la corporalidad
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Además, envolver o atesorar significa muchas veces resguardar las cosas, doblarlas; la danza también permite doblarnos de determinadas formas, y en ese diálogo está el trabajo. También busqué salir de la relación muy productiva que tenemos con los objetos, recuperar la atención hacia las cosas que nos rodean fuera de su utilidad y de lo que nos aporta
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Sin duda, “me interesó estirar mi atención hasta tener una relación diferente con esos objetos cotidianos; la calidad de movimiento de la danza está muy ensayada, pues bailo todo el performance sobre el fino papel, el cual se rompe muy fácilmente, pero desliza. Mi entrenamiento para este trabajo fue tratar de moverme de manera fluida sin romper el papel, prestando ese cuidado, sin que se rasgue del todo, pero sacando sus formas y su ruido, porque es muy hermoso”.
El trabajo artístico de Sabela Mendoza Fernández (Santiago de Compostela, 1984) está centrado en danza y artes performativas. Además es corresponsable del proyecto de mediación Escena plural, y fundadora de De Corpos Presentes, plataforma gallega para las artes performativas contemporáneas. También colabora con el coreógrafo Javier Martín en producción y acompañamiento artístico.