Domingo 19 de marzo de 2023, p. 38
Por medio de biodigestores y con la creación de humedales, el gobierno capitalino busca recuperar cauces y riberas de las barrancas de la Ciudad de México, que ante la invasión irregular en las décadas pasadas presentan distintos grados de contaminación, ya sea por aguas residuales o desechos sólidos.
En entrevista, la subdirectora de Áreas de Valor Ambiental de la Secretaría de Medio Ambiente, Ameyalli Pérez Hernández, detalló que se inició un plan piloto en dos lugares: Tarango, en Álvaro Obregón, y Eslava, en Magdalena Contreras, las que mayor cantidad de basura contenían hasta el año pasado, donde ya se entubaron las descargas residuales de las colonias aledañas.
La funcionaria afirmó que en el poniente de la ciudad todas las barrancas han sido ocupadas de manera irregular, ya sea por condominios de alta plusvalía o asentamientos paupérrimos que sólo han dejado pequeños reductos. Salvo la de Tarango, que tiene una parte central amplia con cerca de 100 hectáreas, en el resto sólo quedan los cauces y una faja ribereña muy restringida a los lados, en muchos de los casos sólo de tres metros en cada costado
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Comentó que su restauración implica un reto mayor, pues si bien hay ciertas trayectorias ecológicas que se pueden revertir no se podrá lograr sin un cambio en el comportamiento humano.
En el afluente de la barranca Eslava ya se colocaron cinco biodigestores que empezaron a tratar el agua residual de dos colonias de Tierra Colorada, y se construyeron dos humedales que filtran el líquido para ser aprovechado en el riego de cultivos de la zona, mientras en Tarango se intervienen las descargas del drenaje de las colonias El Ruedo y La Milagrosa, con un humedal de mayor tamaño que permitirá que el líquido regrese al cauce ya limpio.
En total, se destinaron 15 millones de pesos que además se utilizan en la rehabilitación de accesos públicos, reforestación con especies nativas, obras de contención de suelo y diversas actividades con las comunidades.