Jueves 16 de marzo de 2023, p. 8
Esther, Rose, Lena, Kate y Annie son jóvenes inmigrantes que en 1911 trabajan en Triangle, fábrica neoyorquina de confección de camisas, la cual debe su éxito a la explotación de sus obreros. Un trágico sábado laboral, un terrible incendio termina con la vida de más de 100 mujeres.
Ambientada a principios del siglo XX, la obra Arder, de Jimena Merodio y Giovanna Duffour y dirigida por Juan Pablo Blanco, que se estrena hoy en El Círculo Teatral, devela historias y motivaciones de cinco mujeres que, tras varios intentos fallidos, logran organizarse y encabezar la huelga más grande que se ha visto en esa fábrica, la cual no se concreta debido a un mortal incendio.
La puesta en escena, sostuvo Blanco, “reconoce y honra a todas aquellas mujeres que han salido a gritar, demandar o buscar un cambio para abrir paso a quienes hoy siguen en lucha, a quienes a pesar de ser silenciadas una y otra vez, continúan adelante.
La misoginia, el machismo y una gran disparidad social pueden llevar a tragedias como sucede en el montaje
, explicó el director sobre la trama basada en la tragedia del 25 de marzo de 1911, donde perecieron encerrados 129 mujeres y 17 hombres.
Ese día, debido al exceso de telas, la rápida propagación del incendio a causa del aceite de las máquinas, además de que las puertas estaban cerradas, las escaleras y pasillos obstruidos y la ausencia de rociadores, entre otros factores, fueron la combinación mortal. Era práctica común de los propietarios cerrar con llave las puertas de la fábrica para evitar robos.
Blanco detalló: Los personajes tienen nombres de mujeres que realmente murieron en la tragedia, pero al mismo tiempo se recurre a la ficción para contar historias que encarnan los sueños y las condiciones laborales que se vivieron en esa época. A través de la ficción entendemos sus pensamientos y sueños, lo cual nos acerca a la humanidad de la trama
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“El Día Internacional de la Mujer –menciona– debe origen en esta tragedia; tiene ciertos eslogans, cantos y formas de expresarse: que arda lo que tenga que arder, simboliza que la lucha seguirá. Hombres y mujeres tenemos que ser parte de ella para mover un poquito cada día las condiciones en que vivimos como sociedad, la forma institucional en que pensamos y de manera paulatina reducir la brecha, que es muy dolorosa”.
Dirigir este montaje, sostuvo Juan Pablo Blanco, “ha sido una oportunidad de hacer una deconstrucción personal; sin duda, el proceso, la historia y lo que ha sucedido desde que me inicié en el proyecto me han hecho un mejor hombre. Nuestra realidad necesita mejores hombres, con los ojos y los corazones abiertos, mejores seres humanos. Arder contribuye desde su trinchera dramática a ese tan indispensable proceso de cambio, y no puedo ser más afortunado de ser parte.”
El poder del arte
El objetivo es que se pueda presenciar algo que fue un hecho real; humanizarnos a través de sus personajes sin tendencias políticas, ideológicas o sociales y asimilar que con las muertes de ellos podemos deconstruirnos y volvernos mejores personas. Este el poder del arte y del teatro como espejo de la sociedad
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Sobre por qué contar la historia de una desgracia ocurrida en 1911, el equipo creativo refiere: El suceso mantiene relevancia debido a las repercusiones que tuvo para los derechos de miles de trabajadoras en todo el mundo. Cien años después no hemos aprendido la lección. Las mujeres en el orbe siguen gritando con la esperanza de ser escuchadas, de conseguir oportunidades justas e igualdad social. Son demasiadas las historias de ellas que se omiten en los libros. Decidimos rescatar ésta ya que hasta hoy seguimos intentando apagar el fuego
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Arder, además de sacudir, hacer reír y conmover al público, enarbola la premisa Por nuestras hermanas, por nuestras hijas, por ti, por mí
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Se presentará los jueves a las 20:30 horas en El Círculo Teatral (Veracruz 107, colonia Condesa).