Cuando entran a mi taller, los hombres me explican lo que vienen a preguntar
Miércoles 8 de marzo de 2023, p. 12
En la colonia Juárez está Básica Studio, taller para bicicletas liderado por mujeres. Ellas usan, reparan y conocen a la perfección estos vehículos. Son jóvenes expertas en su mecánica, restauración y construcción artesanal.
Encabeza el colectivo Eli, de 37 años, quien es constructora de cuadros para bicicletas, especialista en soldadura brazing. Explica a La Jornada que en México y el mundo aún son muy pocas las mujeres que intentan abrir espacios en esta actividad.
Fundé Básica Studio hace unos 10 años. Es un oficio en el que nunca había habido mujeres en México, y cuando yo empecé, los constructores de bicis eran evidentemente hombres. Fue difícil el acceso a la información y a que me tomaran en serio, porque ser una aprendiz era imposible
, relata.
“Tuve que ofrecer dinero a cambio de que me enseñaran: esa fue la única manera, pero aun así fue una dinámica de mucha guerra por el hecho de ser mujer, me mandaban sólo a hacer cierto tipo de cosas. Incluso me ponían retos que sabían que no iba a cumplir. Fue muy duro, pero me fortaleció. Me llenó de tanto enojo, que me dije: ‘lo voy a lograr.’”
Vane, otra joven que labora en Básica Studio, particularmente en mecánica y restauración, coincide en que los retos por ser mujer y desempeñarse en este trabajo en el que predominan los hombres no han sido del todo superados.
Al taller, platica Eli, llegan hombres y no se dirigen a nosotras, sino que buscan a alguien como ellos. Y cuando finalmente entienden que yo soy la encargada, me quieren explicar algo que vienen a preguntar
.
Vane, chilena, señala que inició en este trabajo hace más de 12 meses. “La bici para mí es lo que me motiva a pararme todos los días”, expresa. Por ello, dice, necesitaba aprender a repararla, y empecé como autodidacta, a buscar información, a saber qué necesito para desponchar, qué tengo que comprar, cómo lo hago o cómo ajustar los frenos, y así investigué más hasta dedicarme ahora a esto
.
Laura, otra integrante del taller, es aprendiz de mecánica, pero desde hace un año también labora como bicimensajera. Cuando ejercía su profesión (química) y trabajaba en un laboratorio, padeció actitudes misóginas y machistas. Quiso cortar de tajo con esa dinámica y optó por la bicimensajería, en la que no hay horarios ni jerarquías que la restrinjan. Además, asegura, transportarse en bicicleta le da autonomía.