Piezas con mucho virtuosismo y con estampas mexicanas, que hacen pensar en las pinturas de Diego Rivera y Frida Kahlo, como es el caso del músico Manuel M. Ponce o el arte del romanticismo que evoca Ricardo Castro, son parte de la selección que hizo la pianista Argentina Durán (Xalapa, 1996) para el concierto El sonido de la plata, que ofrecerá este sábado en el Centro Nacional de las Artes (Cenart).

Durán reveló en entrevista que ofrecerá una obra inédita, Rapsodia mexicana, de Jesús Corona, un popurrí de tres canciones revolucionarias: La Adelita, La Valentina y La Cucaracha. Es muy difícil técnicamente y tal vez eso tiene que ver con que nunca se haya grabado.

Además, se incluyeron dos piezas de Argentina Durán, quien apuntó: La composición siempre va a ayudar a descifrar y entender diferente la música, porque ésta va mucho más allá de una partitura. La música se mueve en sentimientos, intenciones, palabras no escritas.

Reflejos y Sueños de agua son los títulos de estas pequeñas piezas que incluyó en su próxima presentación, las cuales escribió cuando todavía era estudiante de licenciatura en su natal Xalapa, que con el paso de las años se han ido transformando. Una es muy matemática, pero al mismo tiempo conserva los ritmos del mexicanismo que nos define, del son, por ejemplo. La otra habla acerca de mi papá, quien falleció, y con esta pieza lo recuerdo.

Argentina Durán comenzó sus estudios del instrumento a los 5 años y a los 11 interpretó el concierto en do mayor de Joseph Haydn con la Orquesta Sinfónica de Xalapa. En ese mismo periodo inició sus estudios de licenciatura en la Facultad de Música de la Universidad Veracruzana.

El nombre del concierto se retoma del título de su primera grabación discográfica, en la que integró música mexicana de concierto de reconocidos compositores, como Tres danzas tropicales, de Ernesto Elorduy; Balada mexicana, de Manuel M. Ponce; Vals capricho, de Ricardo Castro Herrera; el Danzón núm. 2, de Arturo Márquez y Variaciones, de José Mariano Elízaga, y que ahora presentará en la sala Blas Galindo este sábado a las 19 horas. Destacó que, aunque requieren mucha destreza técnica, son muy agradables de escuchar.

Su primer disco está disponible en las plataformas digitales más conocidas, como Spotify, que ayuda a darse una idea del concierto, pero creo que escuchar la música en vivo es una experiencia diferente porque nos transmite más el artista cuando lo estamos viendo y escuchando. La música clásica es arte que se vive no solamente de la escucha.

Para esta futura presentación, seleccionó a sus compositores mexicanos favoritos, que están incluidos en su primer disco. Del segundo que ya prepara, destaca un tema de sor María Clara del Santísimo Sacramento, una organista de la que se sabe poco, pero de quien se encontraron unas partituras que pueden ser del siglo XVIII o XIX.

Este repertorio de piezas mexicanas para piano lo comenzó a preparar al hacer presentaciones en el extranjero, primero en Azerbaiyán y después en Dubái, acompañada por la soprano María Katzarava. Cualquier repertorio va a implicar una gran dificultad, sobre todo al hacerlo de alta calidad, comentó sobre la selección de obras que ha tomado años de trabajo y mucha investigación.

El abordaje de la compositora y pianista, quien hizo estudios de maestría en interpretación musical de melodías mexicanas de concierto en el Conservatorio Nacional, es en orden cronológico de compositores, empezando en el siglo XIX, porque realmente del órgano no se conoce en México antes de ese siglo. Luego el romanticismo mexicano, el nacionalismo y lo contemporáneo.

El concierto de este sábado se transmitirá en vivo a través de la plataforma interfaz.cenart.gob.mx