Domingo 5 de marzo de 2023, p. 31
Más de 35 años después del accidente nuclear más grave del mundo, los perros de Chernóbil vagan entre los edificios abandonados en y alrededor de la planta nuclear clausurada. De alguna forma han encontrado la manera de alimentarse.
Los científicos estudian estos perros con la esperanza de que enseñen a los seres humanos cómo vivir en los ambientes más hostiles y degradados.
El viernes publicaron el primero de lo que esperan será una larga serie de estudios genéticos en la revista Science Advances. Los objetos de estudio son 302 perros que vagan libremente por la llamada oficialmente zona de exclusión
en el sitio del desastre. Identificaron poblaciones cuyos distintos niveles de exposición a la radiación podrían causar diferencias genéticas entre ellos y con los demás perros del mundo.
Hemos tenido esta oportunidad dorada
de sentar las bases para responder a una pregunta crucial: ¿qué se hace para sobrevivir en un ambiente hostil como este durante 15 generaciones?
, afirma la genetista Elaine Ostrander, del Instituto Nacional de Investigación del Genoma Humano, uno de los numerosos autores del estudio.
Otro autor, Tim Mousseau, profesor de ciencias biológicas en la Universidad de Carolina del Sur, expresa que los perros brindan una herramienta increíble para observar los impactos de esta clase de ambiente
en los mamíferos en general.
El medio ambiente en Chernóbil es particularmente brutal. El 26 de abril de 1986, una explosión e incendio en la planta nuclear ucrania lanzó polvillo radiactivo a la atmósfera. Treinta trabajadores murieron como secuela inmediata y se calcula que la mortalidad a largo plazo causada por el envenenamiento radiactivo ascenderá a miles de víctimas.
Los investigadores dicen que la mayoría de los perros estudiados parecen ser descendientes de las mascotas que la gente se vio obligada a abandonar al evacuar la zona.
Ahora los investigadores pueden buscar alteraciones en el ADN. Según los científicos, la investigación podría tener muchas aplicaciones, brindaría pistas acerca de cómo los seres humanos y los animales pueden vivir ahora y en el futuro en regiones bajo ataque ambiental continuo
, así como en el ambiente de alta radiación del espacio.