Jueves 23 de febrero de 2023, p. 16
La pandemia de coronavirus resultó ser la mayor crisis de salud en un siglo
y puso en evidencia que los sistemas de salud no son resistentes a los choques, con el consiguiente impacto en la economía global
, reportó la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
El organismo destacó que la mortalidad fue particularmente alta en México
, que experimentó un aumento de 56 por ciento en los decesos totales (2 mil 363 casos en exceso por millón), la tasa de exceso de mortalidad más alta entre los países que integran la OCDE, y hasta 20 veces mayor que en Noruega.
En su informe ¿Listo para la próxima crisis? Invertir en la resiliencia del sistema de salud, el organismo reportó que el país tuvo un deterioro en los niveles de bienestar, junto a Colombia, Costa Rica, Turquía e Italia. De 2020 a 2021 aumentó a 30.5 por ciento la población mexicana en cuyo estado de ánimo prevaleció la tristeza.
Incluso los sistemas de salud más avanzados del mundo no eran lo suficientemente resistentes
cuando llegó la pandemia, destacó el organismo. Lo anterior se debe a una combinación de varios factores: se invirtió en prevención menos del 3 por ciento del gasto público en el ramo, no había suficiente personal ni infraestructura.
Más de un tercio (35 por ciento) de la población mayor de 16 años en los países de la OCDE tenía enfermedades o problemas de salud crónicos antes de la pandemia. La prevalencia fue aún mayor (43 por ciento) entre las personas de menores ingresos. Pacientes multimórbidos también eran vulnerables a las interrupciones de la atención, lo que conducía a graves consecuencias y complicaciones a largo plazo
, destacó.
La OCDE recomienda una inversión anual de 1.4 por ciento del PIB, en relación con el gasto de 2019, para capacitar al personal sanitario, costear programas de prevención y adquirir infraestructura clave; en parte porque el impacto de un covid prolongado es una carga grande e incierta para los sistemas de salud y la sociedad: se estima que 10 por ciento o más de las personas infectadas con el SARS-CoV-2 tienen síntomas persistentes
.
Recalcó que el legado de la pandemia podría perdurar durante décadas
, por lo que es necesario también incrementar la inversión en prevención, que en 2019 representó 2.7 por ciento del gasto total en salud en los países de la OCDE, ya que la obesidad y las enfermedades crónicas como la diabetes fueron factores de riesgo de impactos graves en la salud y muerte por coronavirus.