Miércoles 22 de febrero de 2023, p. 22
Jerusalén. La Knesset (Parlamento israelí) aprobó ayer en primera lectura, con 63 votos a favor y 47 en contra, dos proyectos de ley sobre una controvertida reforma del sistema judicial, considerada por sus opositores como una amenaza a la democracia del país.
Los diputados votaron a favor dos textos que pretenden modificar el proceso de nombramiento de los jueces y declarar incompetentes a los tribunales para juzgar actos o decisiones que consideren contrarios a las leyes fundamentales del país, equivalente a la Constitución.
Otra disposición clave de la reforma, que introduce una cláusula que permitiría al Congreso anular por mayoría simple ciertas decisiones del Tribunal Supremo, y que levanta gran oposición, será sometida a votación en una fecha posterior.
Afuera de la Knesset, decenas de miles de personas protestaron contra esta reforma que, aseguran, erosionará la separación de los poderes y debilitaría las bases formales de la democracia al otorgar excesivo poder al Ejecutivo, y que beneficiará al premier Benjamin Netanyahu, acusado de corrupción.
Tras finalizar la sesión parlamentaria, que fue interrumpida por varios incidentes, en especial cuando miembros de la oposición gritaron vergüenza
a sus colegas de la mayoría, el presidente israelí, Isaac Herzog, quien tiene un papel esencialmente protocolario, volvió a alertar sobre las fracturas que el proyecto provoca en la sociedad.
Es una mañana difícil y son muchas las personas que temen por la unidad de la nación
, declaró Herzog, quien intentó en vano abrir un diálogo entre los dos bandos, en una conferencia de prensa.
Preocupado por su impacto en los derechos humanos y la independencia de la justicia, el Alto Comisionado de la Organización de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, pidió a Israel suspender la enmienda. Pido al gobierno israelí abrir la reforma a un debate y a una reflexión más amplios
, instó.
En reacción, Netanyahu calificó de absurdo
el llamado, de acuerdo con un comunicado de su oficina.
Este proyecto de reforma judicial fue anunciado a principios de año por el nuevo gobierno de Netanyahu, quien asumió el poder a finales de diciembre y que lidera una coalición de partidos de derecha, extrema derecha y ultraortodoxos judíos.
Las disposiciones aprobadas deben ser votadas en segunda y tercera lectura en el pleno antes de convertirse en ley.