Se sabe que desde hace casi 200 años iniciaron los viajes turísticos; sin embargo, la actividad turística, actualmente, ya no se puede ver como algo inamovible o superficial, se deben recuperar las grandes lecciones o aportaciones de nuestros pueblos y comunidades; para ellos, el viaje se interpreta como un intercambio de aprendizajes y costumbres. Aunado a esto, y a partir del reconocimiento de los efectos negativos del turismo masivo, recientemente, se apuesta por un turismo más colaborativo, es decir, sustentado en acciones solidarias o ayuda mutua, así como en el comercio justo, la distribución de los ingresos y el equilibrio entre naturaleza, economía y sociedad.
Las personas que atienden al turista en zonas rurales han demostrado que son capaces de crear experiencias de armonía y dignidad. Ellos empiezan a revolucionar las conciencias; porque conceptos como sustentabilidad, inclusión, solidaridad e interculturalidad dejan de ser palabras huecas, para transformarse en acciones o proyectos, gracias a la interacción y al diálogo constante. Pueblos y comunidades tienen el antecedente de contar con estructuras organizativas sólidas y de comunalidad, hábitos que ponen en práctica en cooperativas, donde construyen acuerdos. Las cooperativas promueven la economía solidaria, sus principios y valores se centran en el bienestar colectivo y no en el lucro de unos cuantos, existen para cubrir necesidades básicas, tener un trabajo digno, fortalecer la identidad colectiva y resolver juntos cualquier conflicto.
Una cooperativa se constituye a partir de cinco personas sin tener un número límite, se toman decisiones en la asamblea general a través del voto, se distribuyen responsabilidades y beneficios de manera justa, además, los puestos se rotan cada determinado tiempo para una plena participación.
Algunas cooperativas turísticas en Puebla son:
1. Cooperativa Tosepan Kali de la Unión de Cooperativas Tosepan Titataniske. Su nombre significa “Nuestra Casa” en náhuatl, se encuentra en Cuetzalan, sus integrantes son mujeres y hombres indígenas, entre sus servicios están los recorridos, talleres, masajes, venta de productos de medicina tradicional con la miel melipona, jarabes, extractos, goteros, aceites, entre otros, que ayudan a la salud. Su hotel de bambú es magnífico, hacen un excepcional manejo de residuos y han instalado diversas ecotecnias para no alterar el ecosistema.
2. Cooperativa Hotel Taselotzin. Se traduce como “Plantita” en náhuatl, integrada por mujeres indígenas de Cuetzalan, quienes, a pesar de los estereotipos, han logrado capacitarse para terminar su educación básica para administrar su hotel y agregar nuevos servicios. Comparten sus conocimientos en diversos talleres y promueven con orgullo su identidad.
3. Red Campesina Agroecológicos Tierras del Sur. Se encuentra en la comunidad de San Juan Raboso, en Izúcar de Matamoros; aunque se dedica a la ganadería, su talento los ha llevado a organizar recorridos a sus visitantes con la finalidad de conocer su proceso, el uso de compostas y técnicas agroecológicas; exhortan a la gente a consumir alimentos que no afecten a la naturaleza ni a la propia salud de quienes los consumen; pero siempre piden reconocer el trabajo de las personas que están produciendo lo que comemos.
4. Cooperativa Tlalycualcualtzi. Su nombre hace referencia a “Tierra Bonita o Buena” en Náhuatl, ubicada en la Junta Auxiliar de Tlamaya Grande del municipio de Tlapacoya; se dedica al turismo comunitario. Integrada principalmente por mujeres, ofrecen paquetes completos con alimentos típicos de la región, recorridos, talleres, explicaciones sobre el litchi y la actividad ganadera. A pesar de ser un pueblo pequeño, su gente ha conformado hasta el momento, seis cooperativas con diferentes propósitos.
5. Cooperativa Sabores de Calpan. Ubicada en el municipio de Calpan, su nombre significa en náhuatl “En Donde Hay Muchas Casas”, durante la temporada del chile en nogada se aprecian en sus campos los árboles frutales para elaborar ese platillo. Brindan experiencias relacionadas al trabajo de las personas que cultivan, las cocineras tradicionales, promueven el comercio justo, su identidad cultural y el respeto a la madre tierra.
Como profesionales y turistas debemos reconocer que lo rural, lo comunitario, brinda un abanico enorme de posibilidades de viaje y de aprendizajes. Por su parte, las cooperativas turísticas, basadas en economía solidaria, pueden ser la alternativa para enfrentar el rezago social, corregir desigualdades y disminuir la migración. Sea cual sea tu trinchera, debes tener en cuenta que solo trabajando unidos podemos contribuir a que las actividades económicas, entre ellas el turismo, brinden bienestar colectivo en las comunidades rurales. •