Inicia la era Irarragorri en el Tricolor
rrancó la era Irarragorri en la selección mexicana. Míster multipropiedad o no-descenso extendió otro tentáculo y atrapó el platillo que le faltaba: el Tri. El reto ahora es hacer un gran despliegue de sus artes y mañas más allá del futbol mexicano para allanarle de nuevo el camino a su estratega favorito e incondicional, Diego Cocca, tal y como lo hizo con los rojinegros.
A Emilio Azcárraga Jean no le interesan los modos, el cómo es lo de menos. Lo importante es llenar sus arcas, que el Tricolor no haga el ridículo tan groseramente como en Qatar, puesto que estarán en casa en el Mundial 2026 y, sobre todas las cosas, que Televisa se mantenga como dueña de los derechos de la selección por siempre y para siempre. Para ello, su hombre clave del momento es Alejandro Irarragorri.
El dueño de Grupo Orlegi rehusó tomar el timón cuando el barco tricolor se hundía en la gestión de Gerardo Tata Martino. Hasta él acudió suplicante y pesaroso Yon de Luisa, pero Irarragorri, con visión más clara que el titular de la Federación Mexicana de Futbol no quiso embarrarse en el fracaso que lucía inminente. Prefirió esperar para arrancar esta gestión con la brida bien sujeta y a su entero estilo.
No importan los cómo, eso quedó de manifiesto. Burda y grotesca resultó la supuesta integración del comité de selecciones, que de plural no tuvo nada. Todos son allegados, adeptos y sumisos al equipo dominante. Los intereses de Grupo Orlegi, Grupo Caliente y del duopolio televisivo serán prioritarios, así que el no descenso seguirá otro rato. Los discursos en contra se les resbalan, ni los ven ni los oyen.
¡Cómo se habrán reído! Fue todo un simulacro la elección del director técnico para remplazar a Gerardo Tata Martino. El manoseo de nombres, el carrusel, las entrevistas... ¡pobres ingenuos! Unos hasta llegaron a la cita con un fólder bajo el brazo, un proyecto surgido de sus desvelos, de las noches de insomnio devanándose los sesos en encontrar ideas para mejorar e impulsar el futbol mexicano. Tal vez hasta ensayaron su mejor discurso.
Y ¡zas! El ganador fue Diego Cocca (¿quién más podría haber sido?). Bien apadrinado, no sólo por Irarragorri, sino por Christian Bragarnik, promotor de futbolistas y de estrategas con turbio pasado y extraña cercanía con gente ligada al narcotráfico, de gran amistad con los Hank Rohn, por cierto... El estratega nacido en Buenos Aires hace 51 años ya empezó su ronda por los estadios para observar partidos.
Cocca está acostumbrado a que su mecenas Irarragorri le eche una mano más allá de la gran confianza que debe tener en su capacidad y talento, esa que lo llevó al título en la liga argentina. No obstante, para ser bicampeón con los rojinegros requirió la quita del descenso y ¡adiós presión! No más esa asfixiante tensión que inmola estrategas. Luego llegaron los puntos ganados en la mesa tras la alineación indebida de Federico Viñas y las ayudas arbitrales.
A los federativos, por ahora, no les interesa el talento ni de técnicos locales ni de jugadores. No impusieron en sus presuntas nuevas medidas ninguna que obligue a los dueños a aplicarse y apostar fuerte por las fuerzas básicas. Todo es frotarse las manos hacia el negocio prácticamente asegurado del próximo Mundial, aunque Guillermo Ochoa llegue con bastón, con tal de que no pierda su imán con los patrocinadores.
Que ni se queje Tigres, porque tiene lo que se merece. Sus extraviados directivos no fueron capaces de blindar al técnico Cocca que les armó el plantel y en el contrato olvidaron plasmar una cláusula de rescisión tan necesaria como pertinente. Hacen derroche de dinero y no son capaces de poner en los puestos de mando a gente profesional y capacitada en esos temas, con frecuencia recurren a ex futbolistas que no dan una.
Miguel Piojo Herrera se consuela con los Xolos, Rubén Omar Romano debutó con derrota al frente del Mazatlán, único equipo que no ha sumado puntos... Tras la derrota ante Toluca, Raúl Potro Gutiérrez se tambalea en el timón del Cruz Azul, no es culpa suya, sino el reflejo del desgarriate en la cúpula del equipo cementero. Es semana de fecha doble en la Liga Mx, pero lo mejor es que vuelve la Champions League; hace falta un fino bocado de vez en cuando.