Jueves 9 de febrero de 2023, p. a12
En la NFL existen dos dinastías: las de Pittsburgh y de Nueva Inglaterra. Tanto Acereros como Patriotas son los máximos ganadores, ambos con seis trofeos Vince Lombardi. Los de Pittsburgh brillaron como ninguno entre 1975 y 1980, y recuperaron la memoria triunfadora en 2006 y 2009, mientras los de Nueva Inglaterra cosecharon al grueso de sus seguidores en el nuevo milenio, con los cetros logrados entre 2002 y 2019.
Acereros, equipo surgido en 1933, tardó casi medio siglo en despuntar con fuerza y luego de dos mudanzas –por los estadios Forbes Field y Pitt Stadium– lograron sus máximas hazañas en el Three Rivers, donde ganaron los Supertazones 9 (1975), 10 (1976), 13 (1979) y 14 (1980). Además, han sido ocho veces monarcas de la Conferencia Americana.
Tal racha de triunfos jamás vista hizo crecer su fanaticada, al grado de que surgió la Steeler Nation, y llevó a sus dueños a buscar un inmueble acorde a su creciente demanda. Construyeron el vanguardista estadio Heinz Field, inaugurado el 24 de agosto de 2001, con aforo para 65 mil aficionados.
Entre sus figuras sobresalientes destacan Franco Harris, Joe Greene, Jack Lambert, Terry Bradshaw, Jack Ham, Chuck Noll y Bill Cowher. En la época actual cuenta con Ben Roethlisberger apodado Big Ben, Cameron Heyward, Maurkice Pouncey, Derek Watt, Chris Boswell y T.J. Watt, entre otros.
La increíble dupla de los Patriotas: Belichick-Brady
Patriotas de Boston fue una de las franquicias con que arrancó la Liga Americana de Futbol Americano (AFL) en 1960, propiedad del multimillonario Billy Sullivan, y cambió su nombre a Patriotas de Nueva Inglaterra en 1971. Tras algunos fracasos en postemporada, el desencanto llevó a cambiar de dueños, hasta que en 1994 quedó en manos de Robert Kraft, alcanzando un Supertazón, el 31, con derrota 35-21 ante Empacadores de Green Bay.
La jugada maestra llegó con la contratación en el 2000 de Bill Belichick como entrenador en jefe, y lo que en su momento resultó un infortunio, la lesión del pasador Drew Bledsoe, derivó en su máximo acierto, pues Belichick debió dejar como mariscal de campo a quien entonces era un joven desconocido, Tom Brady, para iniciar la etapa más gloriosa de los Patriotas.
Con Brady al mando en 2002, en un sufrido choque vencieron en el Supertazón 36 a los favoritos Carneros de Los Ángeles por 20-17. El primer cetro de su historia. El siguiente llegó dos años después, en la edición 38, sobre las Panteras de Carolina con marcador de 32-29, y el tercero (2005) lo ganaron derrotando a las Águilas de Filadelfia 24-21 en el Supertazón 39.
Empezaron a migrar sus máximas estrellas tras el logro de su tercer título y muchos apostaron que vendría el declive. En efecto, perdieron los Supertazones 42 y 46 –ambos contra los Gigantes de Nueva York–, pero el equipo volvió por sus fueros. En 2015 se realizó el Supertazón 49, enfrentó a los Halcones Marinos de Seattle alzándose con el triunfo 28-24.
Y con tintes épicos, en 2017, Nueva Inglaterra ganó la edición 51: tras ir perdiendo 28-3 en el tercer cuarto, Brady, Julian Edelman, Chris Hogan y James White lograron la hazaña en el primer Supertazón que se definió en tiempo extra por 34-28 sobre Halcones de Atlanta. Dos años más tarde llegó el sexto, el 53 fue suyo de punta a punta, con marcador de 13-3 sobre Los Carneros.