Tiene un cargo de juez cívico // Se opone también a regularizar predio
Lunes 6 de febrero de 2023, p. 30
El nuevo líder del predio La Angostura –área natural protegida invadida hace 20 años–, Rodolfo Padilla Pérez, está en la nómina de la Consejería Jurídica y de Servicios Legales del Gobierno de la Ciudad de México, que encabeza Néstor Vargas Solano, con el puesto de juez cívico, acusaron vecinos del asentamiento que demandan su regularización.
Al igual que la lideresa que encabezó por más 20 años dicho asentamiento irregular, Rosa María Ayala Sánchez, actualmente presa, se opone a la escrituración de 593 viviendas construidas en tres hectáreas de esa zona protegida de la alcaldía Álvaro Obregón, señaló Blanca Estela Hernández Cruz, una de las fundadoras del asentamiento irregular.
Según el portal www.tudinero, del gobierno capitalino, Padilla Pérez es trabajador de confianza de la Consejería Jurídica, con un cargo de juez cívico adscrito a la alcaldía Miguel Hidalgo, por el cual recibe un salario mensual neto de 20 mil 847 pesos.
Hernández Cruz relató que la relación de Rodolfo Padilla con el predio La Angostura empezó en 2007, cuando fungió como abogado de la organización lidereada por Rosa María Ayala, convirtiéndose en una persona muy cercana a ella; desde entonces laboraba como juez cívico, pero en Álvaro Obregón. Lo ibámos a ver en sus oficinas
, pero con los años pidió el cambio de adscripción a Miguel Hidalgo.
Tras la aprehensión de Ayala Sánchez, acusada de delitos ambientales, electorales y de despojo, Padilla Pérez tomó el liderazgo y ha advertido, afirmó la señora Blanca Estela, que no permitirá el ingreso del gobierno a La Angostura para la escrituración de las viviendas.
Al respecto, el secretario de Gobierno, Martí Batres Guadarrama, expresó que las autoridades tienen la intención de regularizar el asentamiento, pero que son los dirigentes quienes no lo permiten en aras de mantener el control sobre el predio y las personas que lo habitan, al grado de instalar en la entrada de La Angostura un portón enorme
sin justificación alguna, ya que el predio pertenece al gobierno capitalino.