Lunes 23 de enero de 2023, p. 11
En medio de un estancamiento en la producción nacional de maíz desde 2016, el programa de Fertilizantes para el Bienestar, que se aplicó a partir de 2019 en Guerrero, ha dejado un incremento de los rendimientos de tan sólo 126 kilogramos al año por hectárea en promedio, ya que entre 2019 y 2021 el aumento fue de 189 mil toneladas en una superficie de 500 mil hectáreas, de acuerdo con datos de la Secretaría de Agricultura y desarrollo Rural.
Aunque en 2016 la producción nacional de maíz se elevó 65 por ciento respecto de 2011, pues se cosecharon 28 millones de toneladas, entre 2017 y 2021 se mantuvo en 27 millones, y en 2022 se estima una producción similar, indica el Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera.
Hay un estancamiento de la producción, y la expectativa para este año, de acuerdo con el Departamento de Agricultura de Estados Unidos, es que la producción mundial bajará 5 por ciento y en México se prevé una caída igual
, dijo Marcel Morales, director de la empresa Biofábrica Siglo XXI. Esto pondrá en jaque la seguridad alimentaria, sostuvo.
En entrevista, recordó que México es el segundo importador mundial de dicho cereal, después de China, y los precios se han disparado de manera desmesurada
: en 2020, el precio del bushel (14.5 kilos) era de 320 dólares y en diciembre pasado llegó a 680 dólares, un aumento de más de cien por ciento. Consideró que el programa de Fertilizantes para el Bienestar es oportuno, pero no se conocen sus resultados, a excepción del caso de Guerrero.
El plan busca suministrar abono gratuito a productores de localidades marginadas. Hace unos días, Agricultura dio a conocer que Guerrero cosechó casi un millón 271 mil toneladas de maíz en 2018, pero con la entrega gratuita de fertilizantes la cifra pasó a un millón 460 mil toneladas en 2021 en alrededor de 500 mil hectáreas; es decir, aumentó la cosecha tan sólo 189 mil toneladas en tres años, un incremento en promedio al año de 63 mil toneladas.
El grano más caro
Este año, el programa tiene previsto apoyar una superficie de 3 millones de hectáreas, con un presupuesto de 16 mil 684 millones de pesos, pero para un incremento de alrededor de 130 kilogramos por hectárea, sobre todo para maíz, se tendría el grano más caro del mundo, la tonelada sale en 38 mil pesos
, indicó Morales.
En 2022, cayó la generación de fertilizantes en México. En el periodo enero-agosto se fabricaron un millón 444 mil toneladas, 2 por ciento menos que en igual lapso de 2021. Además, el consumo fue de 3.7 millones de toneladas en 2022, mientras un año antes en el mismo periodo fue de 5.3 millones y es casi la mitad del registrado en 2020, de acuerdo con los Fideicomisos Instituidos en Relación con la Agricultura (Fira).
Las importaciones decrecieron en los primeros ocho meses de 2022 hasta 2.41 millones de toneladas, una reducción de 17.6 por ciento respecto del mismo rango de 2021, indicaron los Fira en el reporte trimestral sobre fertilizantes de diciembre.
El fertilizante químico es altamente ineficiente, su uso productivo es muy bajo, no puede ser para elevar rendimientos, sobre todo cuando se distribuye en niveles bajos. El químico, nitrogenados y fosfatados, tiene eficiencia de 20 o 30 por ciento
, agregó Morales.
Dijo que desde hace varios años se sabe que para elevar la eficiencia de los fertilizantes, para que la producción pase de 20 a 80 por ciento, se debe mezclar con biofertilizantes microbianos que ayudan a aprovechar el nitrógeno atmosférico, el fósforo del suelo y elevan las fitohormonas.
A este panorama de bajos resultados de los fertilizantes químicos, se suman su alto costo, que entre la pandemia de covid-19 y la guerra de Rusia en Ucrania han aumentado su precio en 200 por ciento respecto de 2019. En el maíz, el costo de la fertilización representaba 35 por ciento en 2019 y ahora, se estima en 60 por ciento.