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Desde su gestión en la afi había señales de ligas con el cártel de Sinaloa

En dos años cayeron ejecutados cinco del círculo cercano al ex titular de Seguridad
 
Periódico La Jornada
Lunes 16 de enero de 2023, p. 7

Entre 2008 y 2009, cuando Genaro García Luna estaba en la cúspide de su poder –era secretario de Seguridad Pública y máximo jefe de la Policía Federal durante el gobierno del panista Felipe Calderón Hinojosa (2006-2012)–, cinco de sus principales colaboradores fueron ejecutados presuntamente por haber traicionado los acuerdos que tenían con líderes del cártel de Sinaloa y de la organización de los hermanos Beltrán Leyva, para proteger operaciones de esos grupos delictivos y actuar contra rivales.

El jefe policiaco enfrentará un juicio ante la Corte de Nueva York y mañana comenzará el proceso en el que se le imputan cinco cargos, cuatro por conspiración. Se le acusa de haber aceptado sobornos y colaborar con las organizaciones que dirigían Joaquín El Chapo Guzmán Loera y Arturo Beltrán Leyva, para que pudieran traficar cocaína a Estados Unidos.

García Luna fue señalado de estar involucrado en actos de corrupción desde que estuvo en 1999 en la Policía Federal Preventiva (PFP), al participar en la adquisición ilegal de aeronaves y patrullas para la corporación, junto con su mentor Wilfrido Robledo, pero sólo este último fue inhabilitado durante cinco años por las acusaciones que realizó la entonces Secretaría de la Contraloría y Desarrollo Administrativo (Secodam).

Durante su gestión al frente de la Agencia Federal de Investigación (AFI) se registraron acontecimientos que señalaban el involucramiento de sus más cercanos colaboradores con el cártel de Sinaloa. Presuntamente los agentes federales eran utilizados para eliminar a grupos rivales a la organización que comandaba El Chapo Guzmán Loera.

En septiembre de 2004, la entonces Procuraduría General de la República (PGR) abrió la averiguación previa PGR/SIEDO/UEIDCS/013/04, según la cual frente a las instalaciones de la AFI aparecieron tres coronas fúnebres con la leyenda cuídense, dirigidas a integrantes de la División de Operaciones Especiales.

Presuntamente Domingo González (ahora prófugo de la justicia) y otros mandos de primer nivel de la AFI habían pactado con integrantes del cártel de Sinaloa la realización de cateos en Tamaulipas para detener a Osiel Cárdenas Guillén, entonces líder del cártel del Golfo.

Según las declaraciones que realizó a las autoridades estadunidenses Jesús Reynaldo Rey Zambada, hermano de Ismael El Mayo Zambada García, uno de los líderes del cártel de Sinaloa, la entrega de sobornos a García Luna y sus colaboradores empezó entre 2005 y 2006.

Testigos claves

Rey Zambada será uno de los testigos claves en el juicio contra García Luna. También testificará Édgar Valdez Villarreal, La Barbie, otro colaborador de la justicia estadunidense, quien formó parte del cártel de Sinaloa, pero cuando esa organización se escindió decidió trabajar con los hermanos Beltrán Leyva.

Aunque los cárteles que dirigían El Chapo Guzmán Loera y Arturo Beltrán Leyva, El Barbas, eran enemigos, presuntamente los mandos de la AFI cobraban a ambos para que sus operaciones estuvieran protegidas.

De acuerdo con el Informe de Ejecución del Plan Nacional de Desarrollo 2001-2006, en ese lapso fueron detenidos dos líderes, cinco operadores financieros y 12 mandos logísticos de la organización Arellano Félix; en cuanto al cártel de Juárez, fueron aprehendidos siete líderes, 26 financieros y 26 lugartenientes; se desarticuló la organización Amezcua Contreras; tres líderes del cártel del Golfo fueron detenidos, entre ellos Osiel Cárdenas Guillén, así como 10 operadores financieros y 20 lugartenientes. En contraste, de Sinaloa, sólo fue un líder (Guzmán Loera estaba prófugo desde enero de 2001), siete operadores financieros y un lugarteniente.

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▲ Entre 2008 y 2009, García Luna alcanzó la cúspide de su poder durante el mandato de Calderón.Foto La Jornada

Cadena de ejecuciones

Los asesinatos de los colaboradores más cercanos a García Luna se registraron entre 2008 y 2009.

En la colonia Irrigación de la ahora alcaldía Miguel Hidalgo, fue ejecutado de un tiro en la cabeza Roberto Velasco Bravo, quien fungía como titular de la División de Análisis Táctico de la División Antidrogas de la Policía Federal. Supuestamente se resistió al robo de su camioneta.

Tres días después, en el barrio Romero de Terreros, Coyoacán, fue ejecutado Aristeo Gómez Martínez, quien se desempeñaba como director de la Jefatura del Estado Mayor de la Policía Federal. El caso no fue esclarecido.

La madrugada del 8 de mayo de 2008 fue asesinado al ingresar a un domicilio de la colonia Guerrero, en la actual alcaldía Cuauhtémoc, Édgar Millán Gómez, coordinador general de Seguridad Regional de la Policía Federal. La ejecución, según las investigaciones, fue realizada por órdenes de los hermanos Beltrán Leyva.

El 25 de junio de 2008 fue asesinado otro de los hombres más cercanos a Genaro García Luna: Igor Labastida Calderón, encargado del área de investigación y operación contra el tráfico ilícito de mercancías de la Policía Federal. Era considerado uno de los operadores de Édgar Millán. El ataque ocurrió en una cocina económica que se localiza sobre la calzada México-Tacuba, en la Miguel Hidalgo, a poca distancia de las instalaciones de la corporación y donde García Luna y sus colaboradores acudían ocasionalmente.

En diciembre de 2009, Édgar Enrique Bayardo del Villar, quien fue cercano colaborador de García Luna y se desempeñó como director de Operaciones de la Policía Federal, se convirtió en testigo protegido, tras descubrirse que colaboraba con El Mayo Zambada. Lo ejecutaron mientras tomaba café en un comercio de la colonia Del Valle.

Imputaciones

Las primeras declaraciones que llevaron al gobierno de Estados Unidos a solicitar la detención de García Luna se formularon el 20 de noviembre de 2018, durante el juicio contra El Chapo Guzmán en Nueva York.

Rey Zambada aseguró durante el juicio al Chapo que, entre 2005 y 2007, él personalmente entregó a García Luna, en dos ocasiones, portafolios con 3 y 5 millones de dólares. La primera ocasión, el ex funcionario detenido en Dallas el 10 de diciembre de 2019 era titular de la AFI; la segunda, fungía como titular de la Secretaría de Seguridad Pública federal.

Zambada dijo también en el juicio que sabía que la organización Beltrán Leyva preparaba una entrega de 50 millones de dólares al hombre más poderoso del ex presidente Felipe Calderón.