Martes 27 de diciembre de 2022, p. 4
El lema Mi patrimonio no se vende
siguió resonando durante este año con cada subasta de piezas prehispánicas que se realizaba en el extranjero; sin embargo, la mayoría no se pudieron frenar a pesar de las denuncias del gobierno mexicano.
Algunos de los objetos incluso resultaron ser falsos según dictámenes del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
La mayoría de las subastas ocurrieron en Francia, debido a la legislación del país europeo. A lo largo del año destacan las ventas de las casas Million, Ader Nordman, Binoche et Giquello, Chaville Enchères, Setdart, Zacke, Carlo Bonte Auction y Cornette de Saint Cyr, que en conjunto han rematado cientos de piezas precolombinas.
En febrero, el presidente Andrés Manuel López Obrador criticó a Austria por negarse a devolver, o al menos prestar, la pieza conocida como penacho de Moctezuma
, lo que consideró una política anticultural y egoísta. En esa ocasión también señaló a los países permisivos frente a las ventas ilegales de objetos arqueológicos originarios de México.
Parte de los argumentos esgrimidos por el gobierno mexicano son que privan a las piezas sustraídas de su esencia cultural, histórica y simbólica, reduciéndolas a simples objetos de decoración de particulares; menoscaban la cooperación entre los Estados para la protección y conservación del patrimonio cultural; socavan la integridad de las culturas y, por ende, de toda la humanidad, y dan pie a un mercado de falsificaciones
. Incluso el llamado de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura fue ignorado a inicios de 2022.
Repatriaciones de éxito
En contraparte, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) encabezó la labor de repatriación de piezas que fueron recuperadas como parte de los esfuerzos en el combate al tráfico ilícito de bienes culturales que se encuentran de manera ilegal en el extranjero.
La recuperación más relevante ocurrió en Barcelona, donde el consulado mexicano recibió aproximadamente 2 mil 522 bienes arqueológicos que devolvió una familia de esa ciudad española.
Los artículos, que llegaron el 19 de julio, datan del periodo Preclásico de la cultura tlatilca, en los primeros siglos antes de esta era; otros son objetos modernos y virreinales, detalló el titular del INAH, Diego Prieto.
En agosto, dicho instituto recibió de la cancillería 428 bienes arqueológicos procedentes de Estados Unidos, asociados con las culturas del desierto, en su mayoría puntas de proyectil, cuchillos de pedernal, artefactos de concha y hueso, así como fósiles marinos y elementos orgánicos, las cuales fueron decomisados por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos, y posteriormente entregados al consulado de México en Portland, Oregon.
En agosto, por conducto de la embajada en Bélgica se recibió una pieza que iba a ser subastada por la casa Carlo Bonte Action, en Brujas. El objeto prehispánico fue entregado por la señora Maria Helena Devefer, de 98 años, quien lo devolvió de forma voluntaria después de las gestiones de las autoridades diplomáticas y judiciales.
De igual forma, a principios de año dos ciudadanos neerlandeses entregaron 17 piezas arqueológicas que tenían en posesión desde hacía tres décadas. Su decisión fue inspirada después de su visita a la exposición Aztecas en el Museo de Etnografía de la ciudad de Leiden. La compañía sueca Absolut también restituyó de manera voluntaria dos figuras prehispánicas que fueron utilizadas en las décadas de 1950 y 1960 en una campaña publicitaría del licor de café Kahlúa.
Recientemente, la SRE recuperó 223 piezas de la embajada mexicana en Países Bajos, las cuales fueron entregadas al INAH para su análisis, cuidado, conservación y difusión.