Jueves 22 de diciembre de 2022, p. 24
A cuentagotas llegaron ayer las primeras personas a los centros de salud del gobierno de la ciudad para recibir la dosis de refuerzo contra el covid-19 con la vacuna Abdala, producida en Cuba, que se pone a mayores de 18 años, cuya última dosis se haya recibido hace cuatro meses o más.
En el primer día de aplicación de este biológico, 2 mil 37 capitalinos fueron vacunados. Por medio de conocidos que laboran en esas instalaciones, grupos de redes sociales, algún noticiero y hasta por suerte y casualidad, las personas que acudieron se enteraron de la aplicación del biológico y se inmunizaron para prevenir la enfermedad ante el incremento de casos en los últimos días y así sentirse seguras en las reuniones familiares de esta temporada.
Durante un recorrido por algunas instalaciones de salud, se observó una afluencia variada: en la primera hora de servicio en la unidad Doctor José María Rodríguez, en la colonia Asturias, alcaldía Cuauhtémoc, no se había puesto una sola vacuna, mientras en la Portales, de la colonia San Simón, a dos horas de abrir se acercaban a la veintena de dosis.
El centro de salud Doctor Rafael Carrillo, en el barrio San Lucas, de la alcaldía Iztapalapa, estaba desierto al medio día, al tiempo que en el Doctor José Zozaya, de la colonia Santa Anita, en Iztacalco, una hora antes del cierre del servicio, a las 2 de la tarde, llegaron siete personas a solicitarla y el personal encargado del módulo mostró ocho viales vacíos, cada uno para 10 dosis, con lo que a esa hora se habían puesto 80.
María Inés Beltrán, vecina de Portales Norte, dijo que tuvo suerte al acudir con su nieta a preguntar si había vacuna de refuerzo para adultos mayores, le informaron que contaban con la Abdala, y aunque no había escuchado nada sobre ella, aceptó ponérsela.
María del Carmen Ortiz, Fernando Segura y sus hijos Diego y Fernando, de la colonia Granjas México, en Iztacalco, se enteraron en un noticiero de la aplicación del refuerzo y acudieron ayer mismo porque han escuchado que se han incrementado los contagios.
Óscar Sánchez, Janet Colmenares y su hija Julieta descubrieron por casualidad que vacunaban al salir a hacer la compra para la cena de Navidad y cuando pasaron por el centro de salud preguntaron si había contra la influenza se enteraron que también contaban con la del refuerzo contra el coronavirus y los tres se pusieron ambas.
Al centro de salud Asturias sólo fueron tres personas en la primera hora, pero una no era candidata porque no habían pasado cuatro meses de su última dosis; las otras dos optaron por retirarse al ser informadas que debían esperar a que se reunieran 10 para abrir el paquete.