Sábado 17 de diciembre de 2022, p. 20
Madrid. En el infierno de la pederastia en el seno de la Iglesia católica, en España se está realizando una profunda investigación para conocer el alcance de los numerosos abusos que tenían siempre a menores de edad, hombre y mujeres, como las víctimas, y los victimarios eran curas, prelados y sacerdotes. En el tercer informe realizado por el diario El País, que se basa en testimonios de ex estudiantes en escuelas de diversas órdenes religiosas –maristas, salesianos, etcétera– reunió hasta 79 testimonios con acusaciones directas a 70 miembros de la Iglesia, de los cuales 50 nombres no se habían identificado como presuntos agresores sexuales de menores.
El perfil de las víctimas
En este tercer reporte, el tipo de abusos va desde tocamientos por encima de la ropa hasta violaciones continuadas en el tiempo. Las edades de los declarantes oscilan entre 4 y 17 años, aunque la media es de 10 a 14 años.
En la mayoría de los casos (un 96.68 por ciento) las víctimas son hombres.
El informe que realizó el periódico español lo entregó, como ha hecho con otros dos, a la Conferencia Episcopal Española (CEE) y al Defensor del Pueblo, el cual está recabando la información para hacer una causa general sobre esta práctica más frecuente de lo que se pensaba y que ha sido sistemáticamente silenciada.
Sólo la investigación del diario español ha identificado a mil 713 agraviados desde los años 40 y 906 casos han sido recopilados, investigados y entregados a las instituciones señaladas, los cuales también serán llevados al Vaticano, sobre todo a raíz de que el actual Papa se comprometió a luchar contra esta lacra.
Entre los tres reportes suman más de mil páginas de testimonios desgarradores y la Iglesia católica española tendrá que abrir una investigación para cada caso.
En el documental se protege la identidad de los denunciantes, que en todo caso sí la pueden conocer tanto los responsables de las diócesis que abran la investigación sobre sacerdotes involucrados o el Defensor del Pueblo, que trabaja en la construcción de una comisión investigadora.
Desde el diario español señalan que “en tan solo un año, la Iglesia española ha tenido que hacer frente a más denuncias que en todo el siglo XX y el actual.
No obstante, nada se sabe aún de cómo las ha gestionado y la transparencia sigue siendo nula. En los informes solo aparecen testimonios directos, pero pueden ser miles, porque en decenas decasos los denunciantes hablan de agresores que pasaron años en colegios o seminarios”.