Miércoles 14 de diciembre de 2022, p. 3
Buenos Aires. Y Buenos Aires era una fiesta, parafraseando aquel título de Hemingway. Cómo no iba a serlo si otra vez la Albiceleste llegó a una final de Copa del Mundo y puede ser la consagración definitiva de su astro Lionel Messi.
Ayer, tras la victoria de Argentina contra Croacia, las calles del país sudamericanos se tornaron en una fiesta por estar cerca de lograr el máximo triunfo en un deporte que allá es religión.
Los aficionados abarrotaron las calles de la capital Buenos Aires en cuanto terminó el encuentro, ondeando banderas albicelestes en los carros, mientras otros saltaban y cantaban de emoción en un mar de camisetas de la selección.
Poco antes, Buenos Aires se detuvo por completo en una calurosa tarde de verano mientras los aficionados abarrotaron cafés, restaurantes y plazas públicas para seguir las hazañas del equipo liderado por Messi en pantallas gigantes. Estoy completamente extasiado
, dijo Emiliano Adam, de 31 años, quien trabaja en una agencia de publicidad y estaba celebrando en las calles portando una bandera de capa. Es el primer partido que no sufro, lo puede disfrutar del principio a fin
, agregó.
Cuando aún faltan varios días para la final, miles de personas se reunieron en el icónico Obelisco de la capital, una enorme columna que se eleva en la intersección de las célebres avenidas de Corrientes y 9 de Julio.
Para un país en medio de un estancamiento económico, con una de las inflaciones más altas del mundo cerrando el año en casi 100 por ciento y cuando cerca de cuatro de cada 10 personas viven en pobreza, esta victoria resultó un pequeño remanso.
Estamos todos súper ilusionados, hace tanto que no vivíamos una alegría así
, expresó Laila Desmery, actriz de 27 años.