Sábado 3 de diciembre de 2022, p. 4
Doha. En 1993, Diego Maradona lideró a la Albiceleste hacia una victoria contra Australia en el partido más importante que hasta aquí disputaron ambas selecciones en su historia. Veintinueve años después, el destino quiso que Lionel Messi sea ahora quien asuma la responsabilidad en el Mundial.
Argentina, dos veces campeón mundial, y una Australia con muchos menos pergaminos chocarán hoy en octavos de final en el estadio Ahmad bin Ali de Doha, en un cuadro que en teoría se le presenta bastante favorable a la Albiceleste para llegar a la final del 18 de diciembre.
En un escueto historial de siete duelos, el más importante lo protagonizaron a fines de 1993 en el repechaje para la Copa de 1994. Argentina no había superado la eliminatoria sudamericana tras la bochornosa goleada 5-0 que le propinó Colombia. Maradona, quien se había alejado del seleccionado tras su primer dopaje, decidió ayudar al equipo en la travesía a Oceanía.
Con el impulso del astro, ganaron el partido de ida y empataron la revancha en Buenos Aires, quedándose con el boleto mundialista.
Casi tres décadas después y en un escenario todavía más impactan-te, el capitán Messi buscará convertirse en el talismán de un se-leccionado que arrancó el certamen con un inesperado traspié ante Arabia Saudita, pero que tras las victorias sobre México y Polonia volvió a perfilarse como candidato.
Hay que dejar de lado el teórico favoritismo y jugar al futbol
, señaló el timonel Lionel Scaloni.
El entrenador invocó prudencia tras el mejor partido de Argentina en lo que va de la Copa del Mundo, con un Messi que supo reponerse de un penal fallado y la frescura que aportaron los jóvenes Alexis Mac Allister y Enzo Fernández en el mediocampo y Julián Álva-rez en la delantera.
Son 11 contra 11, una batalla, una guerra, y tenemos que luchar por ello
, dijo a su vez el entrenador de Australia, Graham Arnold.
Siempre se nos ha dicho que somos la Cenicienta, pero todo el mundo lo es hasta que acabas cosechando victorias
, remarcó.