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Más de 2 mil niños de los Semilleros Creativos montaron Tengo un sueño en el Auditorio
 
Periódico La Jornada
Sábado 26 de noviembre de 2022, p. a11

Dos mil 100 niños y jóvenes de los Semilleros Creativos de todo México participaron la noche del jueves en el Auditorio Nacional en la tercera edición de Tengo un sueño, magno espectáculo organizado por el proyecto Cultura Comunitaria de la Secretaría de Cultura (SC) federal.

Durante casi tres horas, los participantes dieron muestra de sus habilidades en los ámbitos de la música, el teatro, la danza, los títeres y las artes gráficas como una muestra representativa del trabajo que se realizó en el año en los 329 semilleros del país.

A lo largo del espectáculo, los niños y jóvenes compartieron escenario con reconocidos artistas mexicanos, como la bailarina Elisa Carrillo, el flautista Horacio Franco, el actor Mario Iván Martínez, la cantante afromexicana Alejandra Robles La Morena y la rapera, activista y feminista de origen zapoteca Mare Advertencia Lirika, además de los grupos Mono Blanco y la Sonora Santanera.

Por vez primera se contó con la participación de creadores de otros países, como la cantante, poeta y antropóloga Lyla June, procedente de las culturas navajo y cheyenne de Estados Unidos, y el elenco de la popular serie infantil chilena de televisión 31 minutos.

Antes de las actividades, la titular de la SC, Alejandra Frausto, anunció el interés de reunir en un solo espectáculo a los 12 mil 500 niños que a la fecha participan en esos Semilleros Creativos, los cuales conforman la compañía artística más grande del mundo, dijo.

La funcionaria federal destacó que los niños y jóvenes que acuden a los Semilleros Creativos no sólo son el futuro, sino un potentísimo presente creativo, fuerte, digno, hermoso y que está transformando justamente aquellos lugares que el Presidente (Andrés Manuel López Obrador) nos ha pedido atender en primer lugar: aquellos donde más nos duelen las heridas que nos dejaron, aquellos donde se instaló la violencia como única posibilidad, donde sólo se aprendía a destruir, y ellos (esos niños y jóvenes) están construyendo desde el arte un futuro más genuino, digno, hermoso.