Investigador mexicano explica que mediante ingeniería genética se pueden activar defensas en contra del cáncer
Jueves 24 de noviembre de 2022, p. 16
La investigación científica ha logrado mediante una modificación genética
hecha en laboratorio, que las células del sistema de defensas de personas con algunos tipos de cáncer, adquieran la capacidad de reconocer la enfermedad y contrarrestarla. Es un mecanismo conocido por sus siglas en inglés: CAR-T (células T con receptores quiméricos de antígenos), explicó Alejandro Madrigal, mexicano, especialista y líder mundial en el trasplante de células madre.
El investigador, quien actualmente es profesor en University College London y médico en el Royal Free Hospital Cancer Institute, en Inglaterra, desarrolló la inmunoterapia CAR-T, CAR-NK GENiCAR
, la cual ha demostrado eficacia para curar algunos tipos de leucemia y de mieloma múltiple. Comentó que la Administración de Alimentos y Medicina (FDA por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, ha autorizado el uso de seis CAR-T para diferentes neoplasias, pero existen más de mil ensayos en el mundo en busca de tratamientos para otros tumores malignos.
Todavía estamos en pañales en lo que se refiere a terapia celular, pero sin duda esto es el futuro de la medicina
, manifestó el experto, quien por invitación del laboratorio farmacéutico Sanofi se encuentra de visita en México y anoche impartió una conferencia a médicos especialistas en trasplantes de médula ósea del país.
Por la mañana, el investigador comentó que la terapia celular contra el cáncer se comenzó a desarrollar en la década de los 70 del siglo pasado, a partir de los trabajos de Donnall Thomas, quien realizó el primer trasplante de médula ósea, por el cual obtuvo el Premio Nobel de Medicina en 1990.
Surgieron las sustituciones autólogas con células del mismo paciente y alogénicas, donadas por otras personas. La investigación científica ha continuado hasta llegar a la terapia celular o inmunoterapia.
La que ha sido desarrollada en el grupo de trabajo de Madrigal y consiste en obtener una unidad de sangre del paciente con cáncer para someterla a un proceso de ingeniería genética, mediante el cual se introduce un gen que codifica (crea) una proteína CAR-T. Ésta tiene la capacidad de reconocer a la célula tumoral y de mandar la señal
al sistema de defensas (linfocitos) para que se activen en contra del cáncer.
Anticuerpos que reconozcan las células tumorales
El experto comentó que existen algunas limitaciones de la terapia, entre otras, que para obtener éxito debe contarse con anticuerpos que reconozcan la célula tumoral y no tenemos muchos
. De ahí que, por ahora, se hayan podido desarrollar tratamientos CAR-T sólo para ciertos tipos de leucemias y de mieloma múltiple.
La ventaja de que en el laboratorio se pueda obtener una célula modificada (editada) de los linfocitos que fallaron es que se le dota de esa capacidad para eliminar la neoplasia.
Alejandro Madrigal comentó que los ensayos clínicos en curso en diversos países están buscando CAR-T contra tumores sólidos, como el de mama causado por la proteína HER2. En este caso, el reto es que esta sustancia también se expresa en el corazón, por lo que existe el riesgo de que al eliminar el cáncer también se provoquen complicaciones cardiacas graves.