Lunes 21 de noviembre de 2022, p. 32
Londres. Las importaciones chinas de petróleo procedente de Rusia aumentaron 16 por ciento interanual en octubre, situándose justo por detrás de su principal proveedor, Arabia Saudita, debido a que las empresas estatales se abastecieron antes de entrar en vigor el embargo europeo por la invasión a Ucrania.
Los suministros procedentes de Rusia, incluido el petróleo bombeado a través del oleoducto de Siberia Oriental en el Océano Pacífico y los envíos por mar desde los puertos rusos de Europa y Extremo Oriente, ascendieron a 7.72 millones de toneladas, según datos de la Administración General de Aduanas de China publicados ayer.
Esta cantidad, que equivale a 1.82 millones de barriles por día, se mantuvo estable respecto a septiembre, pero no alcanzó el récord de mayo de casi 2 millones de barriles por día.
Los operadores estatales, como Unipec, Zhenhua Oil y Chinaoil, aumentaron sus importaciones de crudo ruso, cargado principalmente en puertos europeos, antes de reducir las compras en las últimas semanas ante las inminentes sanciones de la Unión Europea y la incertidumbre que rodea al plan del Grupo de los Siete para limitar los precios del petróleo de Moscú.
Los envíos sauditas se incrementaron 12 por ciento respecto al año anterior a 7.93 millones de toneladas, o 1.87 millones de barriles por día, frente a los 1.83 millones de septiembre.
En lo que va de año, Arabia Saudita sigue siendo el principal proveedor de China, con un volumen de 73.76 millones de toneladas, similar al del mismo periodo del año anterior.
Los suministros rusos de enero a octubre aumentaron 9.5 por ciento respecto al año anterior, a 71.97 millones de toneladas, favorecidos por el frecuente apetito de las refinerías por este petróleo con descuentos.
Refinerías aprovechan la baja de precios
Las llegadas de crudo de Estados Unidos se multiplicaron por más de cinco en octubre respecto al año anterior, ya que las refinerías aprovecharon la baja de precios en un contexto de un aumento de las exportaciones por el incremento de la producción y la liberación de existencias.
Las compras a Malasia, que desde hace más de dos años es un punto de transferencia para los envíos procedentes de Irán y Venezuela, casi se duplicaron respecto al año anterior hasta alcanzar los 3,52 millones de toneladas. No se registraron importaciones desde Venezuela o Irán.