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Entre insultos, diputados debaten reservas al PEF y la reforma electoral
 
Periódico La Jornada
Jueves 10 de noviembre de 2022, p. 11

La Cámara de Diputados concentró el debate en lo particular del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2023, en la anticipada pugna por la Presidencia y en las posturas que los dos bloques defienden sobre la actuación y el gasto del Instituto Nacional Electoral (INE).

El INE no se toca, fue la consigna de PAN, PRD y MC, en una sesión donde privó el bajo nivel en la discusión. El INE sí se toca; se tocan sus privilegios, los de los racistas Lorenzo y Ciro, devolvió Morena, que advirtió su decisión de no mover ni una coma al dictamen.

Ninguna de las reservas presentadas por los grupos se admitió y sólo se aceptará una que prepara el presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales, Juan Ramiro Robledo (Morena), para destinar recursos al fondo de equipamiento y capacitación a policías estatales, previsto en la reforma sobre la Guardia Nacional.

Con una lista de 328 oradores, 105 desfilaron ayer por la tribuna y se desahogaron apenas 266 de 2 mil 268 reservas presentadas al dictamen. La mayoría de los diputados se olvidó de la sustancia y privilegió el insulto. A las 9 de la noche –cuando Santiago Creel decretó un nuevo receso– la definición de lodazal que dio el PT marcó el corte de la sesión.

Si el martes el petista Benjamín Robles calificó de malditos a los panistas, en alusión a uno de los apotegmas de Benito Juárez, este miércoles Acción Nacional le devolvió el agravio. Javier González Zepeda le soltó: ¡maldito usted, diputado del PT!

El legislador, quien ha saltado por diferentes partidos, como le recordaron desde las filas azules, reviró: los 12 años malditos de los malos gobiernos del PAN los ubican a ustedes como la bancada maldita.

Último orador de la jornada de ayer, Robles encendió otra vez al panismo que, al estilo del grito homofóbico de los estadios, espetó: maaldito! Ante ello, el vicecoordinador de Morena, Leonel Godoy, pidió el alcoholímetro para los panistas, y su contraparte del PAN, Elías Lixa, aplicar al morenista una prueba de demencia.

Ya en ese nivel, sólo faltaba la botana, pero llegó: las bancadas repartieron chicles, cacahuates, platanitos, papas fritas, palomitas y churritos entre las curules.

En ese escenario, los panistas metieron al pleno dos carritos de súper. Uno, con la compra que, dijo Paulina Rubio, podía hacerse en 2018 con mil 556 pesos, y el otro con los mismos artículos, pero que ahora cuestan 2 mil 86.

Esa es la realidad de México que no quieren ver. Así que, señor Presidente, si usted mide la eficiencia de su gobierno con la felicidad del pueblo, le avisamos: el pueblo está muy, pero muy enchilado, expresó. También en la tribuna, Carlos Manzo (PAN) dijo a Morena y sus aliados: prepárense para 2024. Su proyecto culminará ese año y en las urnas se verá si pueden volver a impulsar uno que deja muchos rezagos.

La morenista Corina Villegas punzó que la oposición derrotada será nuevamente vencida en 2023 y 2024, y el panista José Antonio García reviró: “dense cuenta, abran los ojos, vienen a quedar bien con el Presidente, pero concluirá su periodo y se irá a La Chingada, a Tabasco, y ustedes serán recordados como sus lacayos”.

En ese peloteo, el perredista Mauricio Prieto se dijo sorprendido de lo bajo del debate, pero no dudó en depreciarlo más: “compañeros que un día estuvimos en el mismo lado, me dejan muy sorprendido: en otro momento no permitirían que el Presidente los sobajara ni que les dijera: ‘échense, den vueltas’, pero ahora sí”.

El blanquiazul cuestionó con insistencia el sobrecosto de la refinería de Dos Bocas; incluso, Javier González Zepeda planteó que, si no refina petróleo, pero capta agua, la llamamos Laguna de Dos Bocas, la entubamos y la llevamos a Monterrey

¡Cínicos!, reprochó Vanessa del Castillo. “Hablan de un elefante blanco, pero con el espurio y alcohólico de (Felipe) Calderón sólo hicieron una barda. Hablan de defender a las familias, pero a las más ricas, a la de Claudio X. Son tan rapaces que ¡hasta su madre privatizaron!”

Sin soltar su bolsa con frituras, de la que tomó otro puño, Teresa Castell de Oro (PAN) se plantó frente a los diputados guindas con una pancarta donde pintó una rata con las siglas de Morena

¡Rata tú, rata tú, rata tú!, le soltó desde la tribuna la morenista Graciela Sánchez Ortiz. ¡Morena rata!, gritó Castell. Desde el otro lado del salón, Olga Leticia Chávez le contestó: ¡Morena mata rata!

En el calor de las descalificaciones, Olimpia Girón (Morena) tropezó y confundió a Lorenzo Córdova Vianello con José María Córdoba Montoya, ex poderoso jefe de la Oficina de Carlos Salinas. El fuego entre bancadas continuará hoy.