Cartagena. El cáncer cérvicouterino no debería existir en los países de América Latina, como ya no lo hay en Estados Unidos y Europa, pero por la falta de acceso a las pruebas de detección y luego de dos años de pandemia de covid-19, los casos están en aumento. Hasta 80 por ciento de las pacientes llegan con tumores que ya invadieron las zonas aledañas al útero y en etapa avanzada, afirmaron especialistas de Brasil y México.

Participantes en el seminario Mujeres, salud e igualdad, organizado por el laboratorio farmacéutico Roche, señalaron que la vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH) evita hasta 97 por ciento el riesgo de que se desarrolle el tumor.

Julio César Teixeira, investigador de la Universidad de Campinas de Brasil, explicó que el impacto de las campañas nacionales de inmunización se verán en los siguientes 15 años. En Brasil, la estrategia inició hace menos de una década.

En el caso de México, Lucely Cetina, directora del Programa Modelo Integral de Atención al Cáncer de Cuello Uterino (Micaela) del Instituto Nacional de Cancerología, comentó que la aplicación del biológico inició entre 2004 y 2005, pero se detuvo durante la emergencia sanitaria por el coronavirus.

Menos de mil niñas recibieron el inmunógeno en ese periodo. Ahora estamos en espera de que las autoridades retomen el plan de vacunación en las niñas de 11 años, aunque ya existe evidencia científica de que también se puede aplicar a mujeres de mayor edad que mantengan una vida sexual activa y previamente se hayan atendido alguna lesión cervical por VPH. Esto es porque el virus puede regresar.

Virus de papiloma, principal precursor

Al respecto, Marieli Alfonzo, gerente de Roche en Colombia, refirió información de la Organización Mundial de la Salud (OMS) según la cual 90 por ciento de las personas (hombres y mujeres) se infectarán con el VPH en algún momento de su vida, el cual se transmite por vía sexual. Este es el principal precursor del cáncer cérvicoßπuterino.

Para los países de ingresos medios y bajos, debe ser un asunto prioritario porque allí se diagnostica 90 por ciento de los casos con esta neoplasia y más grave aún es que sólo 30 por ciento de las mujeres mayores de 40 años se realiza exámenes de prevención y detección temprana de enfermedades, entre ellos los tumores cervical, de mama, diabetes y presión arterial.

Cetina también comentó que además de las vacunas y las pruebas de tamizaje, el papanicolao en particular, se debe garantizar el acceso a los servicios de salud de alta especialidad y los mejores tratamientos médicos, lo que por ahora es inalcanzable para nuestros países, donde las más afectadas son mujeres pobres y bajo nivel educativo.

La especialista resaltó otro fenómeno reciente que es la aparición del tumor cervical en mujeres jóvenes. Alrededor de 15 por ciento de las afectadas tiene de 20 a 30 años de edad. Explicó que con el programa Micaela se ofrece a las pacientes el tratamiento contra el cáncer y otras afecciones como el dolor, desnutrición y trastornos emocionales.

Teixeira, también coordinador del Programa de Tamizaje de Cáncer Cervicouterino en Brasil, agregó que en las mujeres de más edad tampoco es aceptable que se siga presentando la neoplasia porque una vez que se infectan con el VPH hay un espacio de 15 años en el que por medio del papanicolao se deberían detectar lesiones pequeñas, atenderlas y eliminar el riesgo de cáncer.

Dijo que en Brasil, la cobertura real del estudio es de 30 por ciento a escala nacional, a pesar de que el país cuenta con un sistema de salud gratuito. Por la misma razón, la mortalidad se ha mantenido sin cambios. “Se mantiene en una línea horizontal “, sostuvo.