El Eurojazz celebra un cuarto de siglo con su próxima edición, del 6 al 20 de noviembre, en los jardines del Centro Nacional de las Artes (Cenart). El aire otoñal, al cambiar a noviembre después de celebrarse tradicionalmente en primavera, trae música para que las almas se tranquilicen un poco, afirmó el representante cultural de Rumania durante la conferencia de prensa para anunciar el cartel de invitados, en los que además participan músicos de Austria, Italia, Polonia, España, Países Bajos, Irlanda, Francia, Alemania y México, gracias a la colaboración con la Unión Europea que impulsa el encuentro desde su fundación.

Ángeles Castro Gurría, directora del Cenart, apuntó que con este cuarto de siglo se festeja un largo recorrido, con incidentes diversos, como la pandemia, la cual obligó a cancelar la edición en 2020, cuando ya había comenzado, y a mudar al formato híbrido en 2021, con conciertos presenciales y otros con transmisión virtual.

Estos 25 años también han sido gracias al público. Cuando empezó el Eurojazz se hacía en la Plaza de las Artes. Comenzó a llegar tanto público, a tener tal éxito, que en 2010 emigró a las áreas verdes del Cenart, lo cual generó una convivencia extraordinaria; ahora llega público con sus hijos; finalmente, sigue manteniendo un espíritu de entusiasmo, que coincide con las juventudes, para celebrar la libertad y fiesta.

Inaugura Austria

El Eurojazz arranca el domingo a las 13 horas, con David Helbock’s Random Control, de Austria, y sus más de 20 instrumentos, incluido el didyeridú, sobre el escenario y sólo tres integrantes. Se trata del primero de 10 conciertos durante los fines de semana, cada día se harán dos presentaciones, a las 13 y 17 horas.

Este día se inauguran dos exposiciones fotográficas, una con lo más destacado de las ediciones anteriores y la segunda, Mirada propia, con imágenes de Bernardo Arcos y Lorena Alcaraz. A las 17 horas continúa el festival con la arpista italiana Kety Fusco, quien ha revolucionado en su instrumento, consagrado por la música clásica, y que ha logrado reinventar al fusionar el jazz con influencias roqueras en un lenguaje innovador, moderno y atrevido.

La pasarela musical internacional se extenderá a otras sedes, pues algunas de las bandas se presentarán en el Centro Cultural Los Pinos, en el Festival de las Almas en Valle de Bravo, estado de México, y en Los Cabos, Baja California, así como en otros foros en las ciudades de Guanajuato, San Miguel de Allende, Guadalajara y Monterrey.

Gautier Mignot, embajador de la Unión Europea en México, recordó que en 1998 empezó la aventura con la convicción de que la música une a los pueblos, lo que ya es una tradición que creció año tras año. El primer festival presentó sólo cuatro grupos.

En 25 años, enumeró, se ha escuchado lo más destacado e innovador del jazz europeo. En 24 ediciones se han realizado 162 conciertos, con casi 800 músicos de más de 2 mil agrupaciones y solistas, representando a 21 de las 27 países de la Unión Europea, además de Suiza, Noruega y el Reino Unido. Sin estadísticas del número de visitantes, pero se cuentan, si no en millones, sí en cientos de miles.

El sábado 19 estará dedicado a nuestro país para demostrar que el género goza de buena salud, pues a las 13 horas subirá al escenario Calacas Jazz Band, y para cerrar la tarde, la Orquesta Nacional de Jazz de México y el arpista César Secundino, quien continúa con la gira de su disco con la suite La mexicana, en el que se fusionan ritmos tradicionales.