Lula utiliza la financiación pública del PT
La bancada de este sector en el Congreso creció en los pasados comicios
Jueves 27 de octubre de 2022, p. 30
Sao Paulo. Los empresarios de los negocios agrícolas contribuyeron con la mayor parte de la financiación de la campaña para la relección del presidente Jair Bolsonaro, lo que destaca sus estrechos vínculos con los intereses agrícolas, mientras su contrincante de izquierda dependió casi exclusivamente de la financiación pública del partido.
Donantes individuales contribuyeron con casi 80 por ciento de los fondos de la campaña de Bolsonaro, y 33 de los 50 mayores tenían vínculos con la agroindustria, según un análisis de la agencia de noticias Reuters de los datos del Tribunal Superior Electoral (TSE).
Ninguno de los principales donantes individuales de la campaña de Luiz Inácio Lula da Silva tiene vínculos claros con la agroindustria, lo que subraya sus dificultades para reconectar con el sector agrícola, pese a los estrechos vínculos durante su presidencia de 2003 a 2010 y los nuevos intentos de este año.
Lula mantiene una ajustada ventaja antes de la segunda vuelta del domingo, según las últimas encuestas.
La preferencia de los agricultores y ganaderos por Bolsonaro proviene de varios factores, desde las opiniones sociales conservadoras que conectan con el Brasil rural, hasta su defensa de los derechos de las armas de los propietarios de tierras.
En cambio, Lula y su Partido de los Trabajadores (PT) tienen vínculos con el Movimiento de los Sin Tierra (MST), que ha desafiado los derechos de propiedad tradicionales avivando las tensiones con los terratenientes.
Bolsonaro es un duro crítico del MST y también se ha puesto del lado de los agricultores en conflictos de tierras que implican reclamaciones indígenas. Como presidente ha detenido el proceso de demarcación del territorio indígena y ha relajado la aplicación de las leyes medioambientales, lo que también ha reforzado su popularidad entre algunos intereses rurales.
El sector agrícola ama a Bolsonaro sin ninguna duda
, destacó Nilson Leitao, ex legislador que dirige el Instituto Pensar Agro, que asesora al grupo agrícola en el Congreso.
La bancada agraria aumentó su representación en el Congreso de Brasil en las elecciones generales de este mes gracias a una ola de pensamiento conservador.
A la cabeza de los donantes de la agroindustria está Hugo de Carvalho Ribeiro, que ha aportado 1.2 millones de reales (unos 225 mil dólares) a la campaña de Bolsonaro. Su cuñado es el ex ministro de Agricultura Blairo Maggi, conocido como el rey de la soya por su papel en un conglomerado agrícola familiar.
Esas y otras donaciones individuales constituyeron cerca de cuatro quintas partes del fondo de campaña, con un total de 96.5 millones de reales, según los últimos datos del TSE
Brasil prohibió las donaciones corporativas en 2016.
En comparación, alrededor de 97 por ciento de los 126.8 millones de reales en fondos de campaña de Lula procedían de la financiación pública de su partido en función de su número de representantes en la cámara baja del Congreso.