5 por Muertos
rimero me disculpo por una ausencia en verdad involuntaria. Segundo, mi próxima colaboración sería después del Día de Muertos. Así es que, con su venia –espero–, me adelanto.
Una calaverita: Qué soy yo sino mi muerte, / una muerte arrepentida / de estar pareciendo vida, / con lo que ni se divierte. / Quién soy yo sino esta suerte / de espantajo que mal cuida / el sembrado en que invertida / tiene su mollera inerte. / Despierta, Ricardo. Advierte / que tu actitud es suicida. // Así se dijo y se habló / de modo que nadie oyera / el poeta que creyó / que en verdad poeta era. / Pero bueno, ya murió.
Un soneto: Me desperté sin sueño, bien despierto, / al grado que pensé que nunca muerto / estuve, lo creí, pero no es cierto. / Lo cierto es que en la vida soy experto. // Yo que tuve un hermano Luis Alberto, / el güero, que murió, debo decirlo, / porque él quiere que viva. Aquí de oírlo / acabo de su voz, tan sin sentirlo // y tan sentidamente que me ha abierto / en dos el corazón, mitad de fuego, / de agua la otra mitad, quizá de llanto. // Hermano, no es pa’ tanto, te lo ruego, / me dice desde el fondo de sus ojos, / abierta su sonrisa sin abrojos.
Una décima: Yo no soy sino la tierra / que seré cuando me vaya / ya perdida la batalla. / Ya la oscuridad se cierra / sobre mí, terca se emperra / en no dejarme pasar / más allá de este cantar / que no es cantar, es tristeza / de no alcanzar la belleza / que nunca pude alcanzar.
Otro soneto: Hay tanta muerte amando lo que vivo / que por poco me muero, por poquito. / Y por muy poquitito resucito, / dijo lo tanto muerto. Y un tiovivo // de incendiados caballos y de gallos / engallados y música de fondo / girando sobre un río hondo, hondo / y desbordado vi, y algunos rayos // precipitadamente atronadores / me sacaron del sueño que había oído, / más que mirado oído, pero visto. // Y una gota cayó, sangre de Cristo, / sobre mi corazón, campo de flores, / y adiós dije al infierno tan temido.
Y finalmente otra décima: Nada soy, nada seré. / Si algo fuera me arrepiento. / Que no les cuenten el cuento / de que algo fui. Si pasé / por esta vida no sé / ni cómo pasé por ella, / si fui boñiga o estrella / o ausencia de mí… La fe / clara tengo: no hay por qué / dejar en el mundo huella.