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La Cepal calcula que México crecerá 1.1% el próximo año

Hacienda asegura que en 2023 se avanzará 3 por ciento

 
Periódico La Jornada
Jueves 20 de octubre de 2022, p. 22

La Comisión Económica para América Latina el Caribe (Cepal) mantuvo sin cambios la perspectiva de crecimiento de México para este año, en 1.9 por ciento, mientras para el próximo anticipa un avance de 1.1 por ciento; esta es la previsión menos optimista entre las que han actualizado organismos internacionales y es hasta un tercio de lo calculado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público en su paquete económico.

Para las economías de América Central y México, el bajo dinamismo de Estados Unidos, principal socio comercial y primera fuente de remesas de sus países, afectaría tanto al sector externo como al consumo privado. En este caso, sin embargo, los menores precios de los bienes básicos actuarían a favor en tanto varias de ellas son importadoras netas de alimentos y energía, matizó el organismo de Naciones Unidas.

La previsión de crecimiento de 1.1 por ciento para México, divulgado por la Cepal, es la más baja entre las publicadas durante el mes reciente por organismos internacionales. Mientras la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos y el Banco Mundial parten de un estimado de 1.5 por ciento, y el Fondo Monetario Internacional calcula 1.2 por ciento, la Secretaría de Hacienda trabaja con una proyección de 3 por ciento.

En general en la región de América Latina y el Caribe, la Cepal advierte de un crecimiento de 3.2 por ciento este año, superior al 2.7 por ciento referido en agosto pasado, pero para el próximo año prevé que se acentúe la desaceleración de la economía, dada la coyuntura sujeta a importantes restricciones tanto externas como domésticas, con un avance de apenas 1.4 por ciento.

En 2023 los países de la región se verán nuevamente enfrentados a un contexto internacional desfavorable, en el que se espera una desaceleración tanto del crecimiento como del comercio global, tasas de interés más altas y menor liquidez global, subrayó la Cepal en un comunicado.

Detalló que el conflicto entre Rusia y Ucrania no sólo implica un menor crecimiento global –y con ello menor demanda externa para las exportaciones latinoamericanas–, sino también ha acentuado las presiones inflacionarias, la volatilidad y los costos financieros para haciendas públicas con altas demandas de gasto público, escenario frente al cual se requiere fortalecer los ingresos públicos.

La mayor aversión al riesgo, junto a la política monetaria más restrictiva por parte de los principales bancos centrales del mundo, perjudicó los flujos de capital hacia los mercados emergentes, incluyendo América Latina, además de propiciar depreciaciones de las monedas locales y tornar más onerosa la obtención de financiamiento para los países de la región, explicó la Cepal.

El aumento de la inflación condujo a los bancos centrales en el mundo a incrementar las tasas de interés. Se espera que este proceso llegue en 2023 a su fin –en la medida que se vayan anclando las expectativas de inflación en los países– los efectos de esta política restrictiva sobre el consumo privado y la inversión estarán presentes durante 2023.

La Cepal aclaró que varios países de la región, como Brasil, Perú y Uruguay, son particularmente vulnerables al bajo dinamismo de China, pues más de 30 por ciento de sus exportaciones tienen como mercado esta economía asiática y en el caso de Chile la proporción escala a 40 por ciento.

América del Sur se verá afectada por la baja en los precios de los productos básicos y por las restricciones al espacio que la política pública tiene para apuntalar la actividad, mientras la alta inflación ha impactado los ingresos reales y los efectos sobre el consumo privado, explicó el organismo.

En el Caribe, continuó la Cepal, la inflación ha impactado no sólo los ingresos reales y con ello el consumo, sino los costos de producción con un impacto negativo en la competitividad de las exportaciones tanto de bienes como de turismo.