Sábado 8 de octubre de 2022, p. 11
En México, 75 por ciento de trabajadores padecen estrés laboral, cifra incluso mayor que en Estados Unidos, donde 59 por ciento lo experimenta, señaló Fernando Salvatti, especialista en salud laboral u ocupacional de Salud Interactiva.
En la transmisión en línea Riesgos sicosociales en el trabajo y la NOM-035-STPS-2018, añadió que se calcula que las empresas pierden anualmente 16 mil millones de pesos por enfermedades sicosociales y se ha advertido un aumento en los casos de suicidio, hostigamiento laboral (mobbing) y de abuso en el consumo de alcohol y drogas.
En torno a la NOM, dijo, existen diversos mitos, los cuales desmintió. “No existe la obligación de contratar consultores externos para implementar la norma en el centro de trabajo ni tampoco hay que contratar un sicólogo. No contiene ningún instrumento de medición del estrés, por lo que es falso que las sedes laborales tengan que pagar alguna multa debido al estrés de los trabajadores.
Tampoco es un instrumento para llevar a cabo una evaluación sicológica de los empleados y no contiene un cuestionario para identificar trastornos mentales.
La norma es un instrumento que permite identificar, analizar y prevenir los factores de riesgo sicosocial en los centros de trabajo y evaluar los entornos donde los empleados desarrollan sus actividades. En general, busca promover un entorno favorable en esos sitios.
Violencia laboral
Entre los factores de riesgo sicosocial están la violencia laboral y la carga de trabajo, los cuales pueden derivar en estrés desgaste profesional (burnout), mobbing y problemas en la organización. Todo esto origina trastornos de ansiedad, estrés, problemas orgánicos e incluso alteraciones en el sueño.
Comentó que entre las obligaciones patronales están generar políticas de prevención de riesgos sicosociales, mecanismos virtuales o físicos para presentar quejas y adoptar medidas para corregir situaciones anómalas. A su vez, los trabajadores deben abstenerse de llevar a cabo prácticas contrarias a un entorno organizacional favorable, actos de violencia y denunciar prácticas de esta naturaleza, así como participar en actividades de información y someterse a los análisis médicos y evaluaciones sicológicas correspondientes, entre otras.
El ausentismo laboral, agregó, representó 7.3 por ciento en el costo de la nómina anual de las empresas mexicanas, lo que implicó una pérdida promedio de 23.8 por ciento en la productividad.