Lunes 26 de septiembre de 2022, p. 20
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) redujo a 1.5 por ciento la previsión de crecimiento en México parael próximo año, una baja con respecto al 2.1 por ciento considerado tres meses atrás, a medida que la inflación mundial y el alza en las tasas de interés que le han seguido han llevado a un deterioro generalizado de las previsiones económicas globales.
Simultánea a un menor crecimiento –por la exposición al ciclo económico y a menor demanda de economías de ingresos altos– la OCDE también estima más inflación en el país. Para 2023 prevé que cierre en 4.9 por ciento, por encima del 4.4 por ciento publicado en los estimados de junio, y lejos del rango objetivo del Banco de México, que es de 3 por ciento con variación de un punto porcentual hacia arriba o abajo.
Para 2022, la OCDE incrementó de 1.9 a 2.1 por ciento el cálculo de crecimiento, pero a la vez espera que la inflación cierre el año en 7.9 por ciento a tasa anual, un punto porcentual arriba de 6.9 por ciento, publicado en las Perspectivas Económicas de junio y ligeramente por debajo del dato concreto de 8.76 por ciento reportado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía para la primera semana de septiembre.
La economía mundial ha sido afectada por la invasión rusa a Ucrania
, la actividad se estancó en el segundo trimestre de 2022, los indicadores de muchos países apuntan a un periodo prolongado de crecimiento moderado
y los precios de la energía y alimentos se han disparado, lo que ha agravado las presiones inflacionarias en un momento en que el costo de la vida ya aumentaba de manera acelerada en todo el mundo
, advirtió.
La organización mantuvo en 3 por ciento su pronóstico de crecimiento para 2022. No obstante redujo de 2.8 a 2.2 el de 2023. La baja se compone en gran medida de un deterioro en las estimaciones sobre la actividad de las economías de ingresos altos, como Estados Unidos y la Unión Europea.
Para Washington, principal destino de las exportaciones mexicanas, la OCDE anticipa una desaceleración brusca
, redujo los estimados de crecimiento tanto para éste como para el siguiente año, al pasar de 2.5 a 1.5 por ciento en 2022 y de 1.2 a 0.5 por ciento en 2023; mientras, se espera que la inflación cierre en 6.2 y 3.4 por ciento, respectivamente.
La inflación se ha generalizado en muchas economías. Una política monetaria más estricta y el alivio de los cuellos de botella en la oferta deberían moderar las presiones inflacionarias el próximo año, pero es probable que los elevados precios de la energía y los altos costos laborales reduzcan el ritmo de la caída.
Agregó que, en general, hay incertidumbre significativa
sobre sus proyecciones, pues aumenta el riesgo de que se agrave la escasez de combustible, gas sobre todo, y que lleve a un menor crecimiento en Europa.