Jueves 22 de septiembre de 2022, p. 33
El cine es un arte social en el que muchos van dejando su huella. Aunque todo se aglutine en una idea, todos dejan su esencia, su modo; no obstante, prevalecerá ese flujo que se junta con el de los demás. Al final son las ramas u hojas de un mismo árbol.
La anterior es una reflexión de Jorge Fons, referente en el cine mexicano que anoche falleció a los 83 años, de acuerdo con información proporcionada por su familia.
Fons, recordado por dirigir películas como Rojo amanecer y El callejón de los milagros, fue reconocido con múltiples galardones, incluidos el Premio Nacional de Ciencias y Artes, el Premio Nacional de Bellas Artes, varios premios Ariel (incluido el de Oro, por su trayectoria), así como en diversos encuentros internacionales de cine.
También dirigió teatro y televisión. Fons pertenece a la primera generación de egresados del Centro Universitario de Estudios Cinematográficos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Su trabajo incluye las facetas de director, codirector y guionista; también fue actor, asistente teatral y ayudante de cámara.
El nacido en Tuxpan, Veracruz, forma parte de una gran generación de cineastas mexicanos surgidos en la década de 1970 con potencial artístico a escala mundial.
Desde adolescente participó en teatro estudiantil y fundó, con otros colegas, el Teatro de Tlalnepantla. También estudió actuación, dirección de actores y dirección de escena con Seki Sano y Enrique Ruelas. Dirigió varias obras como la escena de la ópera Orfeo, de Claudio Monteverdi (producción UNAM-INBA).
Su afinidad por la escritura se expresa en artículos periodísticos y ensayos en torno al cine y la cultura. En recientes tiempos colaboraba en el diario con la minicolumna Diálocos.
Desde su primera película, La sorpresa (1968), su trabajo ha gozado del aprecio del público y de la crítica nacional e internacional.
Muchos de sus guiones llevados a la pantalla provienen de obras de la literatura universal, como Los cachorros (1972), basada en la novela de Mario Vargas Llosa; Los albañiles (1976), adaptada de la novela de Vicente Leñero; El callejón de los milagros (1994), inspirada en la novela de Naguib Mahfuz, y El atentado (2010), a partir de la novela Expediente del atentado, de Álvaro Uribe.
Desarrolló una labor constante en la docencia, contribuyendo a la formación de nuevas generaciones de cineastas mexicanos; fue catedrático en el Centro de Capacitación Cinematográfica y en el Centro Universitario de Estudios Cinematográficos.