Entre cuadros de Frida y películas de Buñuel, el Museo de Arte Latinoamericano celebró con la embajada de México en Argentina las fiestas patrias.

El recinto fue sede de la recepción con que la embajada de México en Argentina conmemoró 212 años de la Independencia de México.

El martes 13 de septiembre, la embajada de México en Argentina celebró de manera anticipada el 212 aniversario de la Independencia, en un muy emotivo acto realizado en el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (MALBA), uno de los centros culturales más importantes del sur del continente.

La conmemoración comenzó con la tradicional interpretación de los himnos nacionales de Argentina y México, a cargo de la soprano mexicana Claudia Cota Gámez, miembro de los Madrigalistas de Bellas Artes, acompañada por el pianista bonaerense César Tello, quienes además ejecutaron algunas canciones populares mexicanas durante la velada. Posteriormente, Cecilia Todesca, secretaría de Relaciones Económicas Internacionales del Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto de Argentina, en representación de su canciller, Santiago Cafiero, leyó un caluroso y solidario mensaje, en el que extendió su gratitud a México por haber sido un país de acogida, refugio y asilo para más de 7 mil exiliados argentinos durante la más reciente dictadura cívico-militar de su país, entre ellos la familia de la propia funcionaria diplomática.

En la parte medular del festejo, la embajadora Lilia Rossbach, titular de la embajada de México en Argentina, ofreció un emotivo discurso, en el que recordó su larga relación con el país sudamericano, además de subrayar que festejar la Independencia de México lleva consigo un mensaje de fraternidad hacia las otras revoluciones anticolonialistas latinoamericanas, que se llevaron a cabo casi de manera simultánea.

Además, y haciendo eco de una reflexión de Octavio Paz, manifestó que los mexicanos estamos orgullosos de esta historia independiente, que nos ha permitido valorar tanto la importancia crucial de las culturas originarias de nuestro país, como nuestro vínculo con Occidente.

La recepción tuvo un ambiente muy especial, pues el MALBA expone por primera vez Diego y yo, de Frida Kahlo, nueva joya de la corona de la colección de Eduardo Constantini, así como la muestra de arte latinoamericano que la acompaña, la cual coloca en un lugar protagónico a varios de los artistas plásticos mexicanos que mejor plasmaron en sus obras el sincretismo de la cultura mexicana, como Diego Rivera, José Clemente Orozco, Miguel Covarrubias, Roberto Montenegro, Remedios Varo y Rosa Rolanda.

Durante septiembre, el cine club del MALBA proyectará el ciclo integral del cine de Luis Buñuel filmado en México, un ambicioso proyecto que por primera vez llega a Argentina y para el cual fue necesaria la colaboración de la Dirección Ejecutiva de Diplomacia Cultural de la SRE, la Cineteca Nacional de México, la Filmoteca de la UNAM y la propia embajada, pues la mitad de las películas son presentadas en su formato original de 35 milímetros.

En este marco, la conmemoración de la Independencia de México, entre las pulsiones, la tradición y contemporaneidad que laten en el corazón de la cultura mexicana, de acuerdo con las palabras de la embajadora Rossbach, fue un acto fraternal de admiración, cariño y respeto al pueblo argentino.