El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) en México y América Central llamó a fortalecer la cooperación entre los gobiernos de la región y redoblar esfuerzos para el efectivo intercambio de información que permita identificar a quienes pierden la vida en las rutas migratorias como resultado de accidentes, la violencia o los terrenos hostiles que transitan.

Aunque reconoció que no hay una cifra exacta de fallecidos, recordó que –según datos de la Organización Internacional para las Migraciones– casi 5 mil migrantes han muerto entre 2014 y 2020 en América Latina y el Caribe.

Aunque existen esfuerzos para conocer la magnitud de la tragedia, las cifras que se tienen representan apenas un número mínimo, afirmó, al tiempo que resaltó que identificar a las personas migrantes fallecidas y restituirlas a sus seres queridos es un imperativo humanitario.

El CICR indicó que México y Estados Unidos son países de tránsito y destino de gran cantidad de migrantes en la región. También son naciones donde gran cantidad de personas suelen desaparecer en contextos de migración y muchas de ellas fallecen y quedan sin identificar.

Es esencial, agregó, la colaboración de los países de origen, tránsito y destino para recuperar los restos de personas fallecidas en la ruta, devolverles su identidad y restituirlas a sus familias. Esto incluye el intercambio, gestión y análisis de la información para la identificación.

Atender esta tragedia humana, aseveró, significa la posibilidad de dar respuesta a miles de familias sobre la suerte y paradero de sus seres queridos fallecidos en la ruta migratoria y que puedan darles un entierro digno conforme a sus creencias.