Alumnos usan cascos
Miércoles 14 de septiembre de 2022, p. 35
Monterrey, NL., Primero ocurrió en una primaria de Monterrey, donde los alumnos acuden con cascos ante el riesgo de que les caigan encima pedazos del deteriorado techo en varias aulas; ahora, en el municipio de Zuazua, escolares del jardín de niños Nora Delia no cuentan con mobiliario para reanudar clases presenciales, por lo que toman sus lecciones en el suelo, y deben llevar cojines o almohadas para sentarse.
Con aulas prefabricadas de lámina acanalada y carencia de servicios básicos como agua y energía eléctrica fue como se inició el ciclo escolar 2022-2023 en dicho prescolar, ubicado en la colonia Valle de Santa Elena, sector San Patricio, en Zuazua. Por si fuera poco, tampoco tienen pizarrón.
Padres de familia protestaron para exigir a las autoridades educativas de Nuevo León, gobernado por Samuel García, de Movimiento Ciudadano, una solución a este problema, pues consideran que las condiciones en que estudian sus hijos son no son apropiadas.
Debido a que las aulas son prefabricadas, guardan calor y provocan un aumento de la temperatura, lo que podría llegar a poner en riesgo la salud de los alumnos, pues no cuentan con ventiladores ni con sistemas de aire acondicionado.
Los maestros, quienes imparten clase sentados en el suelo, hacen su esfuerzo para atender a grupos de cinco alumnos, a fin de evitar sofocaciones y golpes de calor.
Los paterfamilias explicaron que no habían enfrentado esta situación adversa debido a que sus hijos tomaban clases en línea; pero al acudir se encontraron con que no hay nada, sólo las aulas de lámina.
No tenemos pizarrones, no tenemos bancas ni luz; no podemos meter nada porque nos dicen que el plantel tiene problemas legales, sin explicarnos de qué tipo, por lo que el kínder no puede operar adecuadamente
, expusieron.
En tanto, los alumnos de la primaria General Jesús González Ortega, ubicada en el fraccionamiento Bernardo Reyes, de Monterrey, acuden a las aulas con cascos, ante el peligro de resultar lesionados por el desprendimiento de yeso del techo y falsos contactos en las instalaciones eléctricas.
El pasado 5 de septiembre, una parte del techo del salón de quinto grado se desprendió y cayó en forma paulatina, por lo que se optó por sacar a los alumnos.
El día 9 hubo otro desprendimiento en un aula de sexto grado, donde quedaron visibles varillas y cableado eléctrico, además de que las lámparas quedaron parpadeando. Este día, ante el temor de que los menores resultaran lesionados, se tomó en cuenta la sugerencia de los mismos escolares de utilizar cascos en el aula, ya fueran de patinaje, de construcción, de futbol americano y hasta de motociclistas.
El maestro Jared de La Cruz, quien tiene a su cargo el grupo quinto grado A en el turno matutino, señaló que esa fue iniciativa de los propios menores.