Restos hallados en Borneo muestran un corte nítido en una pierna izquierda // La persona operada murió 9 años después
Jueves 8 de septiembre de 2022, p. 2
Tokio y Nueva York. Un esqueleto descubierto en un remoto lugar de Borneo rescribe la historia de la medicina antigua y revela que una primera amputación fue realizada con éxito hace 31 mil años, según un estudio.
Hasta ahora, el más antiguo testimonio de una intervención semejante, descubierta en 2010 en un sitio neolítico de Francia, databa de hacía 7 mil años. Se trataba de una amputación del brazo de un hombre, sin duda exitosa, de acuerdo con el análisis de los huesos, que mostraron señales de cicatrización.
Los científicos coinciden en que las primeras prácticas médicas están vinculadas con la revolución neolítica de hace unos 10 mil años, cuando la agricultura y la sedentarización plantearon cuestiones sanitarias antes desconocidas.
Pero la búsqueda de restos humanos antiguos de al menos 31 mil años, en la parte indonesia de Borneo, modifica esta visión al mostrar que los cazadores recolectores ya practicaban cirugías.
El descubrimiento rescribe nuestra comprensión de los conocimientos médicos
, explicó el paleontólogo Tim Maloney, de la Universidad de Griffith en Australia, que dirigió el estudio.
Las osamentas fueron halladas en 2020 en la gruta calcárea de Liang Tebo, conocida por sus pinturas rupestres. Los científicos dicen que la amputación se realizó cuando la persona era un niño, y que el paciente
vivió durante años como amputado. La cirugía prehistórica podría mostrar que los humanos estaban haciendo avances médicos mucho antes de lo que se pensaba, según el estudio publicado ayer en Nature.
Entre los innumerables murciélagos, charranes, vencejos e incluso algunos escorpiones que poblaban el lugar, los paleontólogos retiraron cn delicadeza las capas sedimentarias y hallaron la sepultura de un esqueleto notablemente conservado.
Como al cuerpo le faltaban, no obstante, el tobillo y el pie izquierdos, la extremidad del hueso restante de la pierna indicaba un corte nítido y oblicuo, que se puede ver mirando a través del hueso
, describió Maloney en una rueda de prensa.
Esa apariencia habría sido menos regular si la amputación hubiera sido provocada por una caída o un ataque de animal. Por ello, todo indica que no se trató de una amputación accidental, sino de una verdadera opción médica.
Más sorprendente aún: el paciente, muerto a una edad estimada de 20 años, parece haber sobrevivido entre seis y nueve años después de la intervención, según las señales de la reparación ósea, observable por microscopio.
Es, además, improbable que la amputación fuera practicada como castigo, ya que el niño –o el joven adolescente– parece haber recibido un minucioso tratamiento tras la cirugía. Ello supone un profundo conocimiento de la anatomía humana, del sistema muscular y vascular
, según el análisis.
Las personas que operaron al joven debieron regularmente limpiar, desinfectar y vendar la herida
para prevenir una hemorragia o infección posoperatoria, que pudiera causar la muerte.
El estado físico del joven amputado, disminuido y dependiente, obligó probablemente a su entorno a cuidarlo durante seis a nueve años, lo que revela un comportamiento altruista en este grupo de cazadores recolectores.
Estos trabajos aportan una nueva visión sobre los cuidados y tratamientos que se prodigaban en un pasado muy lejano y modifican nuestra visión de que estos asuntos no eran tomados en consideración en la prehistoria
, subrayó Charlotte Ann Roberts, arqueóloga de la universidad británica de Durham, en un comentario que acompaña al estudio.