Los clanes se afirman en la adversidad. Después del escándalo que suscitó la sanción contra Diablos Rojos por las tomas en la transmisión del juego uno y dos de la serie de campeonato de la zona sur, la nación escarlata se citó leal en el infierno, el estadio Harp Helú. El partido fue suspendido por lluvia en la parte baja de la cuarta entrada y los pingos ganaban el juego 8-3 sobre Leones de Yucatán, con la serie a favor de los locales por 3-2. El duelo continuará esta noche.

En el partido seis por el boleto a la Serie del Rey, los pingos llegaron con la convicción de conjurar todos los demonios, las dudas y la pesada memoria de dos eliminaciones ante Yucatán en las dos finales recientes.

Los pingos abrieron con mal tino. Bernardo Flores, el pítcher abridor, no terminó la primera entrada. Vamos, ni siquiera consiguió un out. Sufrió un cuadrangular de tres carreras que conectó el verdugo de los rojos, Luis Pepón Juárez. El mánager Juan Gabriel Castro no quiso arriesgar más y bajó al lanzador para convocar al apagafuegos Édgar Torres, quien hizo un trabajo impecable.

El México respondió tímido. Una carrera de Japhet Amador en la tercera entrada, pero estalló con un rally de seis timbres, incluido el cuadrangular de tres que pegó Juan Carlos Gamboa.