Sábado 20 de agosto de 2022, p. 10
A Rosario Robles Berlanga la han seguido los escándalos desde que era militante de izquierda, a su paso por la jefatura del gobierno del entonces Distrito Federal, bajo las siglas del PRD, partido que después presidió y al que se vio obligada a renunciar, y también durante su gestión como secretaria de Desarrollo Social en el sexenio de Enrique Peña Nieto.
En esta última etapa, en ese gobierno priísta al que saltó en 2012, se vio involucrada en el desvío de más de 5 mil millones de pesos destinados a programas sociales, caso conocido como la Estafa Maestra, y por el que estuvo en prisión en los pasados tres años.
Los inicios de Robles Berlanga se dieron en el Sindicato Independiente de Trabajadores de la UNAM, del que fue integrante de su dirigencia de 1985 a 1993, pero antes participó en la fundación del PRD, en 1989, en el cual logró una diputación federal en 1994. Después, Cuauhtémoc Cárdenas la designó secretaria general del gobierno capitalino, que el michoacano encabezaba, y cuando éste lo dejó en 1999 para contender por la Presidencia, Robles asumió de forma interina el cargo.
Un año fue jefa de gobierno y su destino siguiente fue la dirigencia del PRD, entre 2002 y 2003, en que debió renunciar a ese partido acusada de dejar una deuda de 289 millones de pesos e infinidad de irregularidades y visos de corrupción.
Se le ligó después a los videoescándalos de René Bejarano, entonces operador político de Andrés Manuel López Obrador –quien era jefe de gobierno capitalino– y de otros perredistas que recibían fuertes sumas de dinero del empresario Carlos Ahumada, ligado sentimentalmente a Robles.
A ella se le acusó de estar detrás de esa conjura y su imagen quedó muy deteriorada, por lo que se mantuvo fuera de la vida pública hasta 2012, en que se integró al gabinete de Peña Nieto. Primero como secretaria de Desarrollo Social hasta 2015 y luego como titular de la Sedatu entre 2015 y 2018.
Fue en el primer cargo en que se dio la llamada Estafa Maestra, escándalo que estalló en ese sexenio. Por ello fue sometida a proceso penal bajo el cargo de ejercicio indebido de la función pública en su modalidad de omisión y encarcelada en el penal de Santa Martha Acatitla el 13 de agosto de 2020.
Durante este trienio, sus abogados interpusieron diversos recursos contra la prisión preventiva que no habían prosperado. Se especuló con la posibilidad de que denunciaría a Luis Videgaray, uno de los funcionarios responsables del desvió de recursos.
Hasta ayer por la tarde un juez federal le concedió libertad provisional y pudo dejar la prisión.