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Unidad canina de la FGR, la primera del mundo que detecta el fentanilo
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▲ Entrenamiento de un cachorro en la identificación de drogas, explosivos, papel moneda y cuerpos, en instalaciones de la fiscalía general.Foto Luis Castillo
 
Periódico La Jornada
Domingo 14 de agosto de 2022, p. 6

La Unidad Canina de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) de la Fiscalía General de la República (FGR) es reconocida mundialmente por ser la primera cuyos ejemplares detectan componentes de fentanilo y la sustancia ya elaborada.

Los entrenadores y manejadores de los perros han desarrollado un sistema que ha logrado estándares únicos en el mundo, pues entre cientos de cajas, empaques, envases y olores pueden señalar los cargamentos de esa droga, que es 100 cien veces más potente que la heroína y que en Estados Unidos ha causado miles de fallecimientos por sobredosis en años recientes.

En un recorrido por las instalaciones de la Unidad Canina, los entrenadores y manejadores solicitan anonimato, pues –aunque no lo parezca– los 59 cachorros entrenados en búsqueda de explosivos, detección de drogas, restos humanos y dinero corren los mismos riesgos de ser atacados por los grupos delictivos que cualquier policía.

Orgullosos de su labor, mostraron a este diario las actividades que realizan de manera cotidiana y hablaron del reconocimiento internacional que han obtenido, pues nos han visitado incluso de Estados Unidos para conocer nuestros esquemas de entrenamiento.

Entre los logros obtenidos por los adiestradores, manejadores y caninos en la detección de drogas y dinero, principalmente en aeropuertos, puntos de revisión y operativos en centros de almacenamiento y distribución de paquetería, está haber contribuido en los pasados dos años al decomiso de 18 mil 234 pastillas y 40 kilos de fentanilo, así como precursores químicos para esta sustancia.

También han hallado miles de pastillas y cientos de kilos de drogas sintéticas y mariguana ocultas en frascos, mezclados con cremas, jaleas y polvos; en medio de cargamentos de productos como frutas, verduras, aceites o maquinaria.

Los entrevistados explicaron que el proceso para seleccionar, entrenar y lograr el acompañamiento con quien será su manejador dura más de siete meses. No cualquier cachorro puede ser elegido, pues se revisan sus virtudes individuales de comportamiento y capacidades físicas.

Los logros de esta unidad son parte de los argumentos para considerar la remodelación y crecimiento de sus instalaciones para contar con más elementos. Sus logros van de la mano de la pericia del manejador, pues al fino olfato y el adiestramiento se suman la observación y conocimiento de la parte policial.

Además de las sustancias, los K-9 están entrenados para detectar dólares, euros y pesos. Para cada tipo de moneda existen señuelos con los que se les entrena para identificar a quienes llevan grandes sumas de dinero y distinguir el aroma particular del dinero, sin confundirse con la fragancia o esencia que los delincuentes agregan a sus envíos.

La vida policial de un cachorro es de siete años en promedio. Desde hace unos años, los ejemplares pasan a retiro; se les va alejando de sus actividades para que al ser donados mediante organizaciones civiles se adapten a la vida cotidiana de todo can, sin que los adoptantes conozcan sus especialidades.

Cuando ya están en una casa disfrutan de una vida como mascota y se procura retirarlos de servicio para que no se vayan con problemas médicos o físicos, explicaron los entrenadores.