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En dos años el precio de la tortilla se disparó 37%
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▲ Los aumentos en las tortillas se atribuyen al elevado precio de los insumos: harina y energéticos. Foto Cristina RodríguezFoto Cristina Rodríguez
 
Periódico La Jornada
Martes 9 de agosto de 2022, p. 18

El precio promedio de la tortilla, alimento indispensable en la dieta de las familias mexicanas, se ha disparado 37 por ciento en los pasados dos años, alcanzando un máximo histórico, el cual aún no toca su pico, pues representantes del sector prevén que siga incrementándose en las próximas semanas.

De acuerdo con diversos verificadores de precios, en agosto de 2020 el precio promedio del kilogramo de tortillas en el país fue de 15.66 pesos, mientras ahora se encuentra en 21.48 pesos, una diferencia de 5.8 pesos.

Sólo en lo que va del año el encarecimiento ha sido de 14.5 por ciento, pues en los primeros días de enero un kilogramo costaba 18.75 pesos, lo que significa que en poco más de siete meses su precio ha subido 2.7 pesos, en un contexto en el que todos los productos de la canasta básica presentan incrementos considerables.

El precio promedio de las tortillas de los establecimientos de barrio está en su nivel más alto de la historia y seguirá al alza, pues Homero López García, presidente del Consejo Nacional de la Tortilla, prevé que siga escalando hasta superar los 22 pesos.

No obstante, aclaró el representante de más de 70 mil establecimientos, si bien en la Ciudad de México y en la zona metropolitana el precio del kilogramo promedia 20 pesos, hay zonas del país que prenden las alertas, pues el costo se ha disparado hasta alcanzar 30 pesos por kilogramo.

El caso más dramático es el de Guerrero, pues el precio de la tortilla ha escalado hasta 30 pesos, pero no por motivos de inflación, sino por la inseguridad, pues los asaltos en carretera hace que transportar grano se haya convertido en algo muy riesgoso. Casos similares se viven en algunas ciudades de Baja California, Sonora y Quintana Roo, donde el precio del kilogramo va de 28 a 30 pesos.

Fuera de esos casos aislados, señaló López García, el verdadero problema detrás del encarecimiento de la tortilla está en los insumos, especialmente en el costo de la harina y de los energéticos, pues son dos rubros esenciales en la elaboración que por distintas circunstancias han disparado sus precios.

En el caso de la harina, destacó, las empresas que controlan el mercado, como Gruma y Minsa, han incrementado el precio del insumo entre mil 300 y mil 500 pesos la tonelada, cuando anteriormente los incrementos anuales eran de entre 200 y 300 pesos.

A lo anterior se suma al encarecimiento de los energéticos, el cual golpea a las tortillerías por dos frentes: por un lado con el gas y por la gasolina por otro.

Finalmente también hay que tomar en cuenta el incremento del costo del acero, que provoca que las refacciones se encarezcan.

Tenemos alzas importantes en los precios de los insumos, lo que lleva a los establecimientos a tener que ajustar sus precios. También hay que tener en cuenta que en el país hay incertidumbre en el tema de la alimentación, pues tenemos un Segalmex con fraudes millonarios y una secretaría del campo sin un programa especial en el tema alimentario, puntualizó.