ue Albert Einstein quien dijo: ‘Es locura hacer lo mismo una y otra vez y esperar resultados diferentes’. Y eso precisamente es lo que ha ocurrido durante las últimas décadas con la fiesta brava en México, aferrada a criterios, si no es que vicios, empresariales de probada ineficacia para el resurgimiento de esa fiesta, individuos exhibicionistas que buscan lucirse a su costa, no en beneficio de ésta, es decir, del toro, del torero y del público, así como del respeto a su dignidad animal o racional.”

Habla la periodista taurina Miriam Cardona Martínez, nacida en la Ciudad de México, pero desde su infancia avecindada en Aguascalientes, licenciada en comunicación organizacional por la universidad autónoma de esa ciudad, jefa de prensa de algunos legisladores, participante en emisiones de radio, comentarista en diferentes plazas de la república y conductora del programa Taurinísimo en You Tube, con el cronista Luis Eduardo Maya y el comentarista José González. Detestada por unos y admirada por otros, considera, y lo reitera, que los falsos promotores taurinos se sirven de la fiesta, y lejos de servirla la han perjudicado.

“Apellidos van y vienen −añade quien también se desempeñó durante un año en Televisa como entrevistadora taurina−, pero ni empresarios ni los propios toreros ni los ganaderos han sido capaces de ofrecer una competitividad entre los matadores que arrojara partidarismos, mejores entradas y ganado con trapío, de modo que unos demostraran que pueden con el toro exigente, emocionaran a los públicos y generaran verdadero interés. Hace muchos años que en México no tenemos, no se diga figuras, sino matadores que apasionen con su tauromaquia.

“Ahora que un líder sindical y un senador de Morena, ambos ganaderos de bravo, unieron esfuerzos para encargarse en lo taurino de la Feria Nacional de Zacatecas, con el apoyo del gobernador de la entidad y de su señora esposa, elenco y combinaciones resultan francamente desalentadores. “El líder sindical y autonombrado presidente de la Asociación Mexicana de Tauromaquia había adelantado que ‘hay que impulsar a los jóvenes,’ pero sorprende su concepto de juventud al incluir a diestros que hace tiempo alcanzaron su nivel de incompetencia y poco o nada pueden ya aportar.

“De nuevo prevaleció el amiguismo sin visión de futuro, en anodinos carteles donde sobran unos y faltan otros, no obstante haber triunfado en la Plaza México en temporadas recientes o en los estados. “Diestros como José María Hermosillo, Antonio Mendoza, Francisco Martínez, José Nava, Paulo Campero, Héctor Gabriel, Sebastián Ibelles o los hermanos Funtanet a caballo, y desde luego ganaderías como Santa Fe del Campo, Enrique Fraga, Cerro Viejo, San Antonio de Triana o Medina Ibarra. Unos y otras, para no variar, fueron ignorados.

“En cambio, sin respeto por las jerarquías, entre corridas y novillada anuncian un festival de aficionados prácticos con siete novillos de diversas ganaderías y una novillada con siete alternantes, no una terna con punteros. Como culminación de más de lo mismo, un cartel en Photoshop con tres hileras de toreros de luces, en manifestación no a favor de la fiesta, sino de una feria de bajo impacto, con nombres sueltos y el añejo concepto, muy pobre, de combinaciones de toros y toreros.

“¿Les faltó dinero o sólo afición −remata Miriam Cardona− para haber traído a Leo Valadez y a Isaac Fonseca, o el público zacatecano no lo merecía? Esa fórmula mezquina de fiesta no sirve y, si además, para promover la asistencia, se avisa que ‘todos los niños pagan boleto’, pues peor.”