Obra que se va a la esencia del texto para crear un relato mágico de un escrito mítico que recorre mundos fascinantes hasta llegar al capitalismo salvaje actual, refiere José Luis Cruz, autor y director // Se presenta de jueves a domingo en el Cenart en breve temporada
va reinventando esos mitos, apunta el director de Badulake Teatro.Foto Yazmín Ortega
Viernes 5 de agosto de 2022, p. 3
El Manuscrito 512 contiene un relato mágico milenario y una aventura por los afluentes caudalosos del río Amazonas. En palabras de José Luis Cruz, autor y director del montaje escénico en el Centro Nacional de las Artes (Cenart), hay una parte de reflexión infantil, al mismo tiempo que una crítica feroz al consumismo, a la devastación que el capitalismo ha hecho de las grandes selvas
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Libertad creativa y de imaginación corren en un juego que va narrando la actriz Ainé Martinelli a través de interpretar a varios personajes, ambientado por medio de un teatro de papel, en un orden minimalista. Yo, que hago grandes montajes, ahora me voy hacia la esencia de la teatralidad, lo más sencillo y miniatura. Es un mundo fascinante que se va dando a través del texto que está adaptado al teatro de objetos y de sombras
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El centro de la narración es un manuscrito antiguo, que se remonta hasta las primeras civilizaciones, como Egipto, Mesopotamia y Grecia. Ha caído en manos de grandes literatos como Shakespeare, Marlowe y Raleigh; va cruzando de mano en mano hasta llegar a Cervantes, por ejemplo, siendo la mágica inspiración para sus plumas. Una arqueóloga es quien cuenta el paso del escrito hasta la selva con aborígenes en la Amazonia, una legendaria ciudad perdida y el mito de El Dorado, que promete inmensas riquezas a quien lo encuentre.
En el camino, también se muestran las cabezas humanas hechas miniatura por los indígenas como parte de un ritual, pero que los colonizadores comienzan a comercializar, a arrasar con humanos y los recursos naturales que encuentran a su paso.
Todo ocurre en un teatro miniatura y el unipersonal de la actriz sobre el escenario en el Foro de las Artes, donde la compañía Badulake Teatro concluirá funciones el 14 de agosto. Nos va llevando a esta historia sin fin, que no tiene límites; el público se va imaginando con nosotros a través de estas metáforas escénicas y a través de los textos poéticos que escribí
, cuenta el dramaturgo en entrevista.
Existe un Manuscrito 512; es una de las joyas que resguarda la Biblioteca Nacional de Río de Janeiro. El enigmático documento pertenece al periodo colonial de Brasil, donde se habla de esta ciudad perdida en la selva y que por siglos ha fascinado a exploradores, arqueólogos e historiadores, sin éxito para encontrar su ubicación.
En la pieza teatral, que no se apega a los antecedentes históricos, se van inventando estos mitos y a través de un manuscrito que como una pócima contiene todas las historias que la humanidad ha creado. Cada individuo que lo poseía lo inspiraba; por ejemplo, los cantos órficos de Homero, las leyendas de la fundación de Egipto, el mundo chino, las grandes civilizaciones
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El director escénico y autor de Manuscrito 512 expresa que es un tema fascinante que viene de la imaginación del encierro de la pandemia y de la insistencia de la reflexión del modo de vida, la civilización que se ha creado a través del desarollismo de la cultura occidental, que viene desde el siglo XIX hasta ahora, con la instauración del capitalismo salvaje
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Reflexión infantil
Es una obra de pequeño formato en un teatrino, construido por Pablo Cueto, a la que se suma la música de Eblen Macari y Olga Martínez, que incitan a la imaginación. No se podía hacer de otra manera porque las circunstancias de salud lo impedían; no había oportunidad de convivir con tanta gente, sino hacerlo más bien como un soliloquio que una actriz va desarrollando de varias técnicas de actuación
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Aunque las técnicas teatrales harían pensar en el público infantil, el autor aclara que me gusta mucho trabajar para los jóvenes, porque tienen esa mentalidad abierta. No es para niños, es para gente que tiene cierta edad y que puede dialogar con nosotros, aunque los recursos tienen que ver con la imaginación de los niños. Todos tenemos esa mentalidad infantil que vamos perdiendo por el mundo, por la vida; hay que acordarse de que los más grandes creadores eran niños; por ejemplo, Picasso o Mozart, grandes creadores que eran genios fascinantes, pero eran niños también. Yo recupero mi mundo infantil y mis recorridos por la selva, donde nací, en el sur. Tengo ese mundo fantástico
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Manuscrito 512 se estrenó en el Circulo Teatral, en junio tuvo presentaciones en el Centro Cultural Hélenico y ahora llega en una breve temporada en el Foro de las Artes del Cenart (Río Churubusco 79 y Tlalpan), con funciones de jueves a domingo.
Después, viajará hasta el sur del continente, a Argentina, Chile y Brasil, donde nace el afluente mágico del Manuscrito 512, que describe el sentido depredador de la modernidad occidental y la destrucción del hábitat.