Miércoles 3 de agosto de 2022, p. 14
Durante la jornada escolar, cada alumno consume en promedio 550 calorías –principalmente con tres productos ultraprocesados–, que se suman a las del desayuno y otras comidas del día, expusieron integrantes de El Poder del Consumidor y la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim).
Al dar a conocer los resultados de una auditoría realizada en julio a la basura de un plantel educativo, Alejandro Calvillo, director de El Poder del Consumidor, recordó que “desde 2010 existen lineamientos para evitar que la comida chatarra y las bebidas azucaradas entraran a las escuelas”, lo cual no se ha logrado.
Detalló que en 2014, como parte de la campaña para el control del sobrepeso y la obesidad, se fortalecieron estos lineamientos y se establecieron sanciones para las escuelas que los transgredieran. Sin embargo, reportes de alumnos, maestros y padres de familia refieren que en alrededor de 98 por ciento de los planteles no se cumplen, y nunca han sido sancionados
.
El nivel de consumo de productos ultraprocesados en las escuelas es suficiente para que los niños aumenten varios kilogramos al año
.
Además, en abril de 2021, las secretarías de Educación Pública (SEP) y de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) firmaron un acuerdo de colaboración para educar en la creación de escuelas limpias y sustentables para fomentar el uso mínimo de residuos plásticos y la alimentación saludable en todos los niveles educativos. La referida auditoría evidenció que ese convenio no se ha llevado a cabo
.
A las afueras de la SEP, donde exhibieron una montaña de basura
recolectada en una escuela tras un día de labores, Liliana Bahena, coordinadora de la campaña Mi Escuela Saludable de El Poder del Consumidor, aseguró que si se ingieren 100 calorías extras al día se propicia una ganancia de 5 a 6 kilogramos de peso al año. Actualmente unos 4 millones niños tienen sobrepeso y obesidad.
Añadió que las escuelas son parte del problema de salud y del deterioro del medio ambiente; la basura generada en los planteles proviene, en su mayoría, de empaques de un solo uso de productos ultraprocesados, que tardan hasta 450 años en degradarse
.
Tania Ramírez, directora de Redim, expuso que el derecho a una alimentación sana que deben tener niños y adolescentes se relaciona también con su derecho a la salud, por lo que es importante promoverlos como parte del respeto a los derechos humanos que deben garantizarse a la niñez y adolescencia
.