Murieron 53 ucranios detenidos
Sangrienta provocación
, señala Rusia // Se intenta desviar la atención ante torturas: Ucrania
Sábado 30 de julio de 2022, p. 21
Moscú. La guerra en Ucrania nos dejó este viernes un hecho indisputable, confirmado por todas las partes implicadas, y dos versiones antagónicas. Rusos y ucranios coinciden en que el enemigo arrasó el campo de prisioneros de guerra en Elenovka, ubicado en el territorio de la República Popular de Donietsk (RPD), que no se supedita a Kiev, y difieren por completo en quién y para qué provocó la muerte de al menos 53 prisioneros y causó lesiones diversas a más de 75 personas.
Según la versión rusa, el ejército ucranio usó un misil Himars de fabricación estadunidense para cometer una sangrienta provocación
y matar a sus propios prisioneros para escarmiento de otros que quisieran rendirse.
“Murieron 40 prisioneros –después la cifra se elevó a 53– y otros 75 resultaron heridos. Ocho funcionarios del centro penitenciario recibieron heridas de distinto grado”, informó la mañana de ayer el ministerio de Defensa ruso y, horas más tarde, la comisionada de derechos humanos de la RPD, Daria Morozova, precisó que no hubo lesionados entre el personal.
Las fuentes rusas subrayaron que entre los muertos figuran muchos de los que depusieron las armas en el complejo metalúrgico de Azovstal en el puerto de Mariupol, identificados por el Kremlin como neonazis del batallón Azov.
Después del escueto anuncio, el canal Rossiya-24 de la televisión pública rusa transmitió en sus noticiarios reportajes de las ruinas en que quedaron reducidas las barracas y un enviado de Ria Novosti mostró fragmentos de lo que dijo era un misil Himars.
En los programas vespertinos de la TV local comenzó a circular la hipótesis de que el régimen de Kiev
optó por matar a sus prisioneros para que no puedan testificar en un juicio contra los horrores cometidos por los neonazis
, que se hicieron eco de lo dicho a las agencias rusas por Denis Pushilin, líder de los separatistas de la RPD: Obviamente, se trató de un ataque deliberado (de los ucranios) para eliminar a los prisioneros que habían empezado a rendir testimonio
.
De acuerdo con la versión ucrania, diametralmente contraria, el ejército ruso atacó con artillería el campo de prisioneros para inculpar a Ucrania de matar a sus propios prisioneros
y desviar la atención de que muchos de ellos habían sido torturados y ejecutados sin juicio. Además, sostiene, evitan tener que condenar a muerte a prisioneros de guerra, aunque sean miembros del batallón Azov.
En favor de esta hipótesis, varios voceros ucranios se preguntan para qué se trasladó a los prisioneros del batallón Azov hace unos días a ese centro penitenciario a 40 kilómetros de la ciudad de Donietsk, que Moscú consideraba piezas valiosas
para cambiar por militares rusos prisioneros, mientras Pushilin y algunos diputados de la Duma querían fusilarlos a toda costa, tras celebrar un juicio ejemplar tipo proceso de Nuremberg.
Por citar uno, Mikhailo Podolyak, asesor de la oficina de la presidencia ucrania, escribió este viernes en Twitter: “Estamos ante una clásica, cínica y bien planificada operación de falsa bandera (false flag operation, publicó en inglés) en que los rusos asesinaron a ciudadanos ucranios prisioneros de guerra”.
El ejército de Ucrania, por su parte, emitió un comunicado que desmiente toda responsabilidad en los hechos al afirmar que “respeta plenamente los principios y cumple las normas del derecho internacional humanitario, nunca ha llevado a cabo ni está bombardeando infraestructura civil, especialmente lugares donde es probable que haya prisioneros de guerra".
No es la primera ni la última vez en que las partes enfrentadas en una guerra ofrecen versiones divergentes por completo de un mismo suceso.