Menor avance global en 2023 // FMI: en el filo de la recesión
// T-MEC: propaganda apocalíptica
e acuerdo con los videntes del Fondo Monetario Internacional (FMI) es posible que en poco tiempo el mundo se sitúe al filo de una recesión
(léase es un hecho), aunque no necesariamente se registrará en el presente año, sino en 2023, cuando otra sacudida económica global –no muy lejana de la inmediata anterior, producto de la pandemia– golpeará a tirios y troyanos, en medio de un ambiente político y social nada atractivo.
El modelo neoliberal echa chispas por doquier, pero estimula la de por sí brutal concentración del ingreso y la riqueza existente, pero los magnates más ricos del planeta y los gobiernos que les sirven se niegan a perder privilegios y modificar la pauta que, crisis tras crisis y recesión tras recesión, tanto daño ha provocado en términos sociales.
La pandemia arrasó, y lo poco que dejó en pie se lo ha llevado el conflicto bélico en Ucrania, comenzando por el efecto búmeran de las sanciones contra Rusia, cuyos efectos nocivos mayoritariamente han golpeado y debilitado a los gobiernos europeos y el estadunidense que, aferrados, las aplican, mientras sus respectivas poblaciones pagan la creciente factura.
De entrada, el FMI ha recortado la perspectiva de crecimiento mundial, especialmente en las economías desarrolladas para las cuales, en promedio, pronostica un avance
de 1.4 por ciento en 2023, prácticamente la mitad de lo estimado para el presente año, y si el comparativo se hace con el resultado de 2021, entonces la caída es superior a 70 por ciento.
El mayor crecimiento –o la menor caída, si se prefiere– se registra en Asia: en 2023 India avanzará 6.1 por ciento, contra 7.4 por ciento en 2022; por el contrario, China incrementará su producto interno bruto en 4.6 por ciento, contra 3.3 por ciento en el presente año. El promedio para las integrantes de la Asociación de Naciones del Sureste de Asia (ASEAN) es de 5.1 por ciento, prácticamente lo mismo que ahora.
Los más activos sancionadores de Rusia son los que mayor caída económica registrarán en 2023, dado el efecto búmeran de sus decisiones: Estados Unidos baja de 2.3 a uno por ciento en 2023, y la zona euro de 2.6 a 1.2 por ciento, aunque en ésta se dan casos como el de Alemania que desciende de 1.2 a 0.8 por ciento; Francia de 2.3 a uno por ciento; Italia de 3 a 0.7 por ciento; y España de 4 a 2 por ciento. Por su parte, Reino Unido cae de 3.2 a 0.5 por ciento.
Derivado del cúmulo de sanciones, el impacto para Rusia disminuirá de -6 por ciento en 2022 a -3.5 por ciento en 2023, y por lo que toca al pronóstico para las mayores economías de América Latina, Brasil crecería 1.1 por ciento, contra 1.7 en 2022, y México 1.2 contra 2.4 por ciento. Para Canadá los números del FMI apuntan, en el mismo orden, 1.8 contra 3.4 por ciento.
Esas son las estimaciones, pero ¿qué revela la bola de cristal del FMI? Entre otros aspectos, que las perspectivas económicas se han empañado considerablemente desde abril pasado. La economía mundial, aún titubeante debido a la pandemia y la invasión rusa de Ucrania, se enfrenta a perspectivas cada vez más sombrías e inciertas. La inflación alta podría enquistarse si continúa la estrechez excesiva en los mercados laborales, si las expectativas inflacionarias se desanclan o si la desinflación resultara ser más costosa de lo previsto
.
Lo cierto es que las clásicas medidas monetarias de los bancos centrales no han funcionado, por lo que pese a la desaceleración de la actividad económica, la inflación mundial ha sido revisada al alza, debido en parte a la subida de los precios de los alimentos y la energía, y se proyecta que permanezca elevada por más tiempo y es superior a las previsiones, sobre todo en Estados Unidos y las principales economías europeas, lo que está provocando un endurecimiento de las condiciones financieras mundiales
.
Eso sí, de cambiar el modelo neoliberal ni una sola palabra.
Las rebanadas del pastel
La histérica cuan apocalíptica propaganda de la derecha autóctona promueve el bulo de que serán muchísimas
y devastadoras
las demandas
por la sistemática violación del T-MEC
por parte del gobierno mexicano, pero resulta que las consultas en materia energética de Estados Unidos y Canadá se limitan a un solo caso: el de Talos Energy, junto con otras dos empresas, por el yacimiento petrolero Zama, en el Golfo de México. Ni una más, y en este caso Pemex tiene la razón, incluso con base en la reforma energética de Peña Nieto. Ese es el punto
, dice el presidente López Obrador.