aún no la queremos ver
Martes 26 de julio de 2022, p. 14
La crisis de la biodiversidad es más profunda y con efectos más diversos en nuestras vidas que la climática y aún no la queremos ver
, sostiene Patricia Balvanera, del Instituto de Investigaciones en Ecosistemas y Sustentabilidad de la UNAM. Además, hay falta de sustentabilidad ecológica y de justicia ambiental, lo cual se observa en conflictos, si no ponemos atención, esto va a arder en serio
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En entrevista indica que la biodiversidad la comemos todos los días, en alimentos como maíz, frijol, frutas o verduras, pero es tan compleja que es difícil comunicar la gravedad del problema que se enfrenta.
Balvanera es una de las cuatro presidentes de la Evaluación de los valores de la Plataforma Intergubernamental Científico-Normativa sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas (IPBES), reporte que se presentó hace unos días, reveló que en las decisiones económicas y políticas se considera una mínima fracción del valor de la biodiversidad o se ignora.
Considera que de plano el cambio en la valoración es difícil que sea inmediato, aunque está escalando la sensación de que se requiere un cambio en serio. A corto plazo se puede dar si pudiéramos cambiar los estándares para las inversiones
, con instituciones como el Banco Mundial, el BID, la banca de desarrollo. Hay una discusión en el sector financiero acerca de si se pueden mover estos estándares
y hay posibilidades de que realmente se demuestre un proceso de valoración legítimo y robusto de la biodiversidad.
Agrega que también tiene que cambiar el nivel de los estándares de las evaluaciones de impacto ambiental, la diversidad de valores y de herramientas que estén sustentadas en el proceso de toma de decisiones, todo estos aspectos son de arriba hacia abajo. A la inversa vemos líderes juveniles que dicen: ¡pónganse las pilas porque el mundo que nos dejan está de horror!
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Un ejemplo es el agua, que ya se cotiza en la bolsa de valores de Nueva York, el paradigma dice: si no está en dólares, en el mercado de valores, no cuenta. Hay cosas a las que la bolsa no puede ponerles precio, el agua, por ejemplo, es un derecho humano, y el acceso equitativo a ella no se puede reducir a ello
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Menciona que hay toda una diversidad cultural en riesgo, la recolección de quelites, la agricultura no intensiva. Todo esto no se puede poner en precios económicos, ni pensarlo sólo en el beneficio de la naturaleza de las personas
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Apunta que el reporte plantea como una de las soluciones el escenario de decrecimiento, lo cual no implica que todos las naciones dejarán de crecer, sino que hace un llamado a cuestionar el paradigma de seguir creciendo y pone en contexto las inequidades en términos de crecimiento.